La Guardia Civil buscará de nuevo en el Mont Ventoux los restos de Publio Cordón

Agentes de la Unidad Central Especial (UCE-1) de la Guardia Civil se desplazarán próximamente a la zona francesa del Mont Ventoux para buscar los restos del empresario Publio Cordón, secuestrado por el Grapo en 1995, después de que Francia haya autorizado esta nueva búsqueda.

Fuentes de la investigación han indicado a Efe que las autoridades francesas han accedido a la comisión rogatoria que les remitió, a petición de la Fiscalía, el juez de la Audiencia Nacional que lleva la causa, Juan Pablo González, para que se permita a la Guardia Civil la búsqueda en la nueva localización que el que fuera dirigente del Grapo Francisco Silva Sande señaló recientemente.

El Mont Ventoux, monte en el sur de Francia muy conocido porque allí culmina una de las etapas más difíciles del Tour de Francia, ya ha sido rastreado en otras ocasiones en busca del cuerpo del empresario aragonés, donde al parecer enterraron el cuerpo, como ha confesado Silva Sande, condenado por el secuestro.

Las fuentes consultadas han precisado que la partida de los agentes hacia el lugar marcado por el exdirigente de esa organización terrorista dependerá de las condiciones meteorológicas, aunque a los agentes encargados de este caso les gustaría que fuese “cuanto antes”.

Desean que el terreno esté practicable para llevar a cabo las labores de búsqueda por parte de la Guardia Civil, que no ha cejado en su empeño de encontrar el cadáver y que agradece la colaboración que siempre ha tenido Francia en el caso.

No está siendo fácil la búsqueda de Publio Cordón, centrada en un área muy extensa después de que Fernando Silva Sande marcara el monte cuando decidió colaborar con la investigación nueve años después de haber sido detenido en Francia por la Guardia Civil en el año 2000.

Silva Sande confesó que él mismo había cavado la fosa en la que fue enterrado el empresario aragonés, después de que Publio Cordón falleciese al precipitarse por una ventana cuando intentaba escapar de su cautiverio en un piso de Lyon, versión más creíble que la inicialmente dada por los terroristas de que el empresario huyó a un país lejano después de haberle liberado tras cobrar el rescate.

Tras comprobar que su voluntad de colaborar era real, el histórico terrorista fue sometido a la prueba P-300 o test de la verdad para certificar si lo que recordaba de los hechos era cierto.

Un test que, según fuentes consultadas por Efe, confirmó que el exdirigente de la organización terrorista decía la verdad.

Desde que comenzara con la investigación del caso, la Guardia Civil logró desarticular totalmente el GRAPO, una banda que desde 1975 cometió más de 1.000 atentados, 89 asesinatos y dejó 200 heridos.