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Los Guardianes de la Revolución de Irán entregan la lista de candidatos aptos

Los Guardianes de la Revolución de Irán entregan la lista de candidatos aptos

EFE

Teherán —

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El Consejo de Guardianes de la Revolución de Irán entregará hoy la lista de candidatos aptos para los comicios presidenciales del próximo 14 de junio a la Oficina Electoral del Ministerio de Interior, entre dudas de si aceptará aspirantes opuestos a los conservadores islámicos.

Una vez que reciba la lista, la Oficina Electoral puede hacerla pública en cualquier momento con un plazo máximo de 48 horas, aunque el viceministro de Interior y secretario de esa instancia, Seyed Solat Mortazavi, dijo hoy que la publicarán mañana, 22 de mayo, según la televisión oficial en inglés, PressTV.

Mortazavi explicó que, una vez conocidos los candidatos seleccionados por el Consejo de Guardianes de entre los 686 aspirantes inscritos, la campaña electoral se abrirá a las ocho de la mañana del 24 de mayo y se cerrará a las ocho de la mañana del 13 de junio, 24 horas antes de abrirse las urnas el 14 de junio.

Mientras se despeja la decisión del Consejo de Guardianes, aumentan las insinuaciones de que podrían quedar fuera de la batalla electoral los principales candidatos opuestos a los conservadores principalistas, agrupados en torno al líder supremo, ayatolá Ali Jamenei.

Los doce clérigos y jurisconsultos de alto rango musulmanes chiíes que componen el Consejo, que supervisa la vida política del país y designa a los candidatos a las elecciones nacionales, son en su mayoría ancianos conservadores, cercanos a Jamenei, y tienen una amplia discrecionalidad para decidir que aspirantes eligen.

El sector conservador principalista ha llevado a cabo una campaña para pedir al Consejo de Guardianes que descalifique a los que consideran sus dos principales oponentes inscritos: El ex presidente reformista moderado Akbar Hashemi Rafsanyani y el nacionalista conservador y liberal en cuestiones sociales Esfandiar Rahim Mashaei.

Aunque la descalificación de Mashaei, que representa al entorno del presidente, Mahmud Ahamadineyad, se da como muy probable, la del veterano Rafsanyani, cuya inscripción como aspirante pilló por sorpresa y ha supuesto un reto importante para los conservadores, sería difícil de justificar.

“En este Estado teocrático, para los miembros del Consejo de Guardianes sería incluso difícil de asimilar y justificar la aprobación de Mashaei, del que han dicho que 'está poseído por el diablo' y al que han llegado a tachar de 'hereje', aunque todo es posible”, dijo a Efe un diplomático europeo que pidió el anonimato.

Según él, “mucho más difícil sería buscar argumentos políticos o religiosos para eliminar de la carrera presidencial a Rafsanyani, que ha sido todo en el régimen, por lo que dejarlo aparte supondría descalificar la historia viva de la Revolución Islámica, aunque sea por su edad (78 años) y estado físico, como ya han sugerido”.

Por su parte, un diplomático latinoamericano, con una larga residencia en Irán, apuntó que, pese a todas las dificultades, el régimen islámico “necesita una fuerte participación electoral para justificar que tiene apoyo popular”, por lo que “descalificar a los opositores a la línea oficial sería una llamada a la abstención”.

Un periodista local, que también pidió que no se revelase su nombre, indicó que “puede pasar cualquier cosa, tanto en la decisión del Consejo de Guardianes como en la participación, pero es difícil que no gane el considerado principal candidato conservador, Said Jalili”, jefe negociador nuclear de Irán y muy cercano a Jamenei.

Si se produjese la descalificación de Rafsanyani y Mashaei, los ultraconservadores habrían dado un paso más en reducir la base del régimen, al eliminar a dos amplios sectores, como ya hicieron tras las elecciones de 2009, que ganó Ahmadineyad, al marginar y tachar de sediciosos a los reformistas islámicos del Movimiento Verde.

Además, se arriesgarían a fuertes protestas de ambos sectores, los dos con respaldo importante en el país que, en todo caso, si sus candidatos son declarados aptos, mantendrán una fuerte vigilancia sobre el proceso electoral para evitar eventuales fraudes.

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