Guterres ensalza España como ejemplo de tolerancia frente populismo xenófobo

El secretario general electo de la ONU, António Guterres, ha ensalzado hoy a España y Portugal como ejemplos de países en los que la diversidad “es valorada” y la tolerancia “triunfa”, y donde los “populismos xenófobos” nunca han tenido “una manifestación significativa”.

Una realidad de la que españoles y portugueses deberían “estar profundamente orgullosos” frente a un escenario mundial “caótico”, en el que las ideas xenófobas están en auge, ha añadido el exprimer ministro portugués durante su discurso de investidura como doctor honoris causa por la Universidad Europea de Madrid.

El político portugués, que recibe esta distinción por su labor en favor de los refugiados como alto comisionado de ACNUR (2005-2010), cree que tras el fin de la Guerra Fría el mundo se sumió en un orden caótico que perdura: “La pregunta es si este caos es lo que precederá a un nuevo orden, o el caos será el orden”.

En este contexto de desorganización “las grandes víctimas” son los refugiados, las personas que se ven obligadas a huir de sus hogares por conflictos bélicos o causas naturales y que han protagonizado hoy el discurso de agradecimiento de Guterres, que ha contado con la laudatio del expresidente de Gobierno Felipe González.

En 2015 hubo cuatro veces más desplazados que en 2014, una “aceleración” causada porque en el mundo cada vez hay más conflictos, que son “cada vez más violentos” y los organismos internacionales tienen cada vez “más dificultades” para operar en el terreno y protegerlos.

“La agenda de la soberanía está ganando terreno a la agenda de los derechos humanos”, ha aseverado Guterres.

Durante su mandato al frente de ACNUR, el sistema internacional de protección y asilo funcionó a su juicio, adecuadamente, pero esta ya no es la realidad, mientras “el dinero circula sin problemas”, las fronteras “se cierran cada vez más” para las personas.

“Asistimos al rechazo de los refugiados y a la degradación del sistema de asilo (...) y el mal ejemplo comenzó en Europa, en la parte rica del mundo”, ha aseverado el exmandatario portugués, que desde enero de 2017 será el máximo responsable de Naciones Unidas.

Europa se negó a acoger a un millón de refugiados que tenía en sus fronteras, lo que hubiera supuesto solo un 2 por ciento de su población, algo “difícil de explicar” a países como Líbano, donde uno de cada tres ciudadanos son refugiados.

De entre los muchos ejemplos que ilustran “la degradación” que sufre el sistema, Guterres ha recordado a los refugiados que trataron de atravesar a pie los Balcanes en los últimos meses, un “triste espectáculo” y un “caos” que, además, generó una respuesta populista y xenófoba en parte de la sociedad.

“La opinión pública ha generado miedo a lo que es diferente -ha alertado- algo que es necesario vencer, porque todas las sociedades son y serán multiculturales y multiraciales”.