HRW pide a la Interpol que garantice su neutralidad bajo liderazgo chino

Human Rights Watch (HRW) pidió hoy a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) que aborde en su próxima Asamblea General, que se celebra a partir de mañana en Pekín, la emisión de alertas de detención y extradición contra disidentes por el Gobierno chino que pone en juego su neutralidad.

El pasado noviembre, el viceministro chino de Seguridad Pública, Meng Hongwei, fue nombrado presidente de Interpol, lo que provocó las críticas de varias organizaciones internacionales ante la posible pérdida de la neutralidad y protección de los derechos humanos de la entidad bajo su liderazgo.

“Interpol asegura operar de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos, pero China ya ha demostrado su disposición a manipular el sistema”, afirmó en un comunicado la directora de HRW en China, Sophie Richardson.

La organización de defensa de los derechos humanos envió una carta a Interpol para que esta cuestión se debata en su 86ª Asamblea General, que a partir de mañana martes y hasta el próximo viernes reunirá en la capital china a jefes de la Policía y expertos en seguridad de todo el mundo.

Durante el encuentro se abordará la lucha contra el terrorismo, la delincuencia organizada y la ciberdelincuencia, entre otras cuestiones, con el objetivo de lograr una mayor cooperación entre las diversas agencias.

HRW alertó de que la credibilidad de la Interpol “está en juego” bajo el mandato del Meng, porque, en contra de los reglamentos de la organización policial internacional, China ha emitido “alertas rojas” con motivaciones políticas con el objetivo de detener y extraditar a disidentes y activistas.

Las detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzosas ocurridas en el pasado “plantean preocupaciones de que quienes estén sujetos a las alertas de la Interpol desde China correrán el riesgo de sufrir torturas y otros malos tratos”.

En este sentido, recordó el caso de la activista uigur Dolkun Isa, sobre la que recae una “alerta roja” desde hace más de una década, así como el del activista Wang Zaigang, que reside en Estados Unidos y considera que la “notificación roja” contra él es una represalia por su activismo en favor de la democracia que realiza desde el exterior.

“Interpol necesita explicar cómo evitará convertirse en un arma del Gobierno chino en el extranjero usando notificaciones rojas contra disidentes y obligando a la gente a volver a la tortura en China”, añadió la directora de HRW en el país asiático.