HRW denuncia más de 40 de detenciones de activistas en Egipto

La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que desde finales de octubre la Policía y la Agencia de Seguridad Nacional egipcias han llevado a cabo al menos 40 detenciones de abogados, trabajadores y activistas de derechos humanos en este país.

La organización indicó en un comunicado que los arrestos se produjeron sin ordenes judiciales y que las familias no han sido informadas sobre el paradero de los activistas, lo que en opinión de HRW, podría suponer casos de “desaparición forzada”.

La organización señaló que “muchos de los arrestados eran personas que daban apoyo legal y humanitario a las familias de presos políticos”.

“La represión de las agencias de seguridad egipcias ahora se extiende a hacer desaparecer a esos hombres y mujeres valientes que han intentado proteger a los desaparecidos y acabar con esta práctica abusiva”, indicó en el comunicado el subdirector para Oriente Medio y África del Norte de HRW, Michael Page.

“El Gobierno aparentemente quiere aplastar lo que queda de sociedad civil egipcia”, agregó.

HRW indicó que los arrestos se produjeron en los domicilios de los detenidos salvo en el caso de una mujer que fue aprehendida en el aeropuerto de El Cairo cuando trataba de viajar al exterior.

Agregó que ha recibido informaciones de hasta 80 detenciones pero solo ha podido verificar 40 nombres.

Algunos de los detenidos tiene relación con la Coordinación Egipcia de Derechos y Libertades (ECRF, por sus siglas en inglés), una ong que ha sufrido “campañas de desprestigio en medios afines al Gobierno durante los últimos meses”, indicó.

El director ejecutivo de esa organización, el abogado Ezzat Ghoniem, está incomunicado desde el 4 de septiembre a pesar de que un tribunal ordenó su liberación.

También arrestaron, entre otros activistas que cita, a Hoda Abdel Moneim, una abogada de 60 años y exmiembro del Consejo Nacional de Derechos Humanos.

HRW y otras organizaciones han documentado que personas detenidas y desaparecidas son mantenidos cautivas en instalaciones de la NSA de manera habitual y a menudo torturadas allí.

La ECRF anunció el 1 de noviembre la suspensión de sus actividades en Egipto en respuesta a “las medidas represivas” y “violaciones de derechos incomparables” contra mujeres y hombres por igual.