Herrero de Miñón afirma que incluir a la Casa Real en la ley de transparencia “basta y sobra”

El consejero de Estado Miguel Herrero de Miñón aboga por un gran pacto de Estado, aunque cree que hoy la ausencia de un amplio consenso impide cualquier reforma de la Constitución, y defiende la regulación de la Monarquía porque cree que con su incorporación a la ley de transparencia “basta y sobra”.

Herrero de Miñón, uno de los siete 'padres' de la Constitución, presenta estos días su libro “Cádiz a contrapelo. 1812-1978, dos constituciones en entredicho”, en el que, como explica en una entrevista a Efe, plantea que la actual Carta Magna no debe ser “manipulada, ni 'idolatrizada' (sic) ni mitificada”.

PREGUNTA: ¿Qué quiere decir con esa afirmación?

RESPUESTA: La Constitución del 78 ha funcionado notablemente bien durante mas de 30 años y no debe ser manipulada en el sentido de que no hay que utilizarla para tirarsela a nadie a la cabeza, sino para procurar integrar.

Integrar no quiere decir negar la pluralidad y la diversidad, sino reconocerla, asumirla y poder convivir.

Tampoco debe ser mitificada considerando que no se puede tocar y no se puede reformar. Claro que puede reformarse y alguna vez lo será, pero mitificarla también es creer que cualquier problema político o económico se soluciona reformando la Constitución.

Creo que no debe ser manipulada ni idolatrizada ni mitificada.

P: Y ¿cree que ha llegado el momento de esa reforma?

R: Sinceramente, creo que no. La reforma requiere un gran consenso político que no existe y un acuerdo técnico sobre qué es lo que se quiere reformar y para qué. Si se quiere reformar la Constitución podía empezarse por reformar leyes que pueden modificarse sin alterar el texto constitucional, por ejemplo, hacer una mejor ley de partidos. Eso se consigue al margen de una revisión constitucional, se consigue haciendo que las instituciones funcionen y modificando leyes ordinarias.

P: ¿Hace falta un pacto de Estado frente a la crisis?

R: Sin duda, un pacto de Estado para eso, un pacto de Estado para que la ley de educación sea estable, un pacto de Estado para la revisión del Estado de las autonomías. Un pacto de Estado no sólo entre los dos grandes partidos, sino entre todos los partidos y las instituciones sociales también.

P: ¿Debe hacer el PP un mayor esfuerzo de acercamiento con el resto de los partidos?

R: Debe hacerlo, sí. Debe hacer el esfuerzo por acercarse a los demás y los demás partidos e instituciones tienen también que responder a ese esfuerzo. Es muy difícil llegar a un acuerdo sin todos los implicados. La verdad es que los partidos han creado entre sí una hostilidad tal que lo primero que deberían hacer es superar esa hostilidad antes de poder ponerse de acuerdo.

P: ¿Cuáles cree usted que son las causas del creciente descrédito de la clase política entre los ciudadanos?

R: Contribuye la falta de acuerdo a esa desafección. Cuando los ciudadanos ven que los políticos se tiran todos los días los trastos a la cabeza en vez de resolver problemas concretos no se entusiasman con las instituciones.

P: Frente a los casos de corrupción: ¿ayudará la futura ley de transparencia a recuperar la confianza de la sociedad?

R: Creo que si la ley de transparencia sale bien y apoyada por las fuerzas parlamentarias, y además se cumple, contribuirá y mucho. Es una ley muy complicada, y ya veremos como sale.

P: El caso Bárcenas, ¿ha puesto en entredicho la financiación del PP?

R: Cualquier caso de corrupción o de abuso no es beneficioso, no solo para el que la sufre sino en general. Ahora, yo no estoy en condiciones ni de investigar ni de juzgar lo ocurra en el PP, eso lo hará el propio partido y las instituciones competentes. No soy yo el que lo va hacer.

P: ¿Cree usted que de verdad Aznar piensa en volver para coger las riendas?

R: No lo sé, yo creo que el Gobierno hoy por hoy tiene una mayoría absoluta. El PP es un partido muy disciplinado, al menos lo era antes cuando yo lo conocía más directamente. No creo que eso sea un riesgo grande para ese partido.

P: Tras la imputación de Iñaki Urdangarín en el caso Nóos, ¿cree que es necesario plantearse una nueva regulación o mayores controles para la Corona?

R: Sinceramente, creo que no. No creo que se necesite una nueva regulación de la Corona y de la figura del Rey. Está en trámite en la ley de transparencia, que incorporará a la Casa Real. Esto yo creo que basta y sobra.

Tocar algo más sería contraproducente porque hasta ahora la Monarquía ha funcionado muy bien. Una cosa es que haya habido un episodio desgraciado protagonizado por personas desgraciadas en todos los sentidos del término, y no lo digo como elogio precisamente, pero eso está subyudice, habrá que atender a lo que resuelvan las instancias competentes. Eso no puede empañar el éxito que la Monarquía en España lleva teniendo durante cerca de 40 años.

P: ¿Qué le parece el tira y afloja entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña a propósito de la consulta soberanista?

R: La consulta ha sido planteada de una manera tan poco hábil que es muy difícil que se pueda llegar a un acuerdo. Yo siempre he propugnado que Cataluña tiene que tener una situación especial en la organización del Estado porque tiene una nacionalidad propia muy marcada y hay que respetarla.

Eso no tiene porque llevar de ninguna manera a la secesión y desde luego la consulta se ha planteado en términos de camino hacia la secesión, lo que la hace difícilmente negociable. El Gobierno y la Generalitat lo que deberían hacer es sentarse a hablar en vez de tomar medidas unilaterales.