Homenajean en Argentina a española desaparecida durante la última dictadura

La comunidad española en Argentina, defensores de los derechos humanos y autoridades políticas homenajearon hoy en Buenos Aires a la única española embarazada que desapareció durante la última dictadura en el país austral (1976-1983) y cuyos restos fueron identificados este lunes.

“La desaparición es una terrible tragedia que debemos rememorar para que esto no se vuelva a repetir” y podamos “mantener vivo el recuerdo” de personas como Azucena Bermejo, quien “con 23 años y embarazada fue llevada por la fuerza en Tucumán (norte) junto a su marido, sus suegros y su cuñado”, dijo el embajador español en Argentina, Estanislao de Grandes Pascual durante el homenaje.

En el acto, celebrado en la embajada del país europeo en Buenos Aires, el hermano de la homenajeada, Tomás Bermejo, agradeció emocionado el trabajo realizado por los investigadores y los organismos de derechos humanos para encontrar a quien es la séptima persona identificada de las cien nacidas en España que desaparecieron durante el régimen cívico-militar en Argentina.

“Uno siempre piensa que es prácticamente imposible por la forma en la que hicieron desaparecer los cuerpos”, señaló en declaraciones a Efe la presidenta de la Comisión de Desaparecidos Españoles en Argentina, María Consuelo Castaño.

Para ella, el proceso de identificación todavía es lento porque no se entregaron a las familias y a la Justicia las listas del ejército y de “todos los centros de la policía” que “se deberían”.

Por su parte, Mercedes Salado, miembro del Equipo argentino de Antropología Forense que se encarga de recuperar los restos de personas desaparecidas en el país suramericano, dijo a Efe que el caso de Bermejo ha sido muy complejo porque sus restos estaban en el Pozo de Vargas, un pozo de agua de la norteña provincia de Tucumán que fue utilizado como un sitio de inhumación clandestina.

Allí encontraron a 117 personas, de las cuales lograron identificar a 88.

Según contó, los restos de la joven fueron arrojados junto a los de muchas otras víctimas, por lo que al estar mezclados a 30 metros de profundidad, dependieron mucho más del análisis genético y no pudieron reconstruir datos como la edad de la víctima al fallecer o las lesiones que pudo haber sufrido.

“Llevamos muchos años trabajando y muchos años en contacto con las familias y sabemos que es importante no solamente la identificación por el hecho físico sino por la información que también lleva porque puede dar por fin la posibilidad de tener una respuesta de saber que pasó”, afirmó.

Sin embargo, en esta ocasión, Salado lamentó que al ser huesos aislados, “no hay una cara a la que mirar” y “el encuentro se interrumpe”, algo que reconoce que es “doblemente doloroso”.

Además del embajador, Castaño, Salado y el hermano de Bermejo, durante el homenaje también intervino el secretario de Derechos Humanos de Argentina, Claudio Avruj.

El acto culminó con una ofrenda floral al mural por los desaparecidos españoles que se encuentra en el patio de la misma embajada, encabezada por la madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Taty Almeida.

Los restos de la suegra, la cuñada y el marido de Bermejo, militantes como ella que desaparecieron el mismo día en Tucumán, fueron identificados en julio, también en el Pozo de Vargas, pero todavía falta por encontrar al suegro y al bebé de la joven.