Interior admite que se ordenó a la Guardia Civil saber con exactitud los controles de la Policía, pero para coordinarse

La Guardia Civil recibió en enero la orden de hacer gestiones para “conocer con exactitud” los controles que realizaba la Policía Nacional en Huesca, según admite el Ministerio del Interior en una respuesta parlamentaria escrita a la que ha tenido acceso Europa Press. No obstante, el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz explica que se hizo “con el fin de coordinar” el refuerzo que se había producido en la zona después de una alerta recibida desde Francia en relación con los autores de los atentados de Charlie Hebdo.

“Ante el establecimiento de los nuevos controles de apoyo a la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca por parte de la Jefatura de la Zona de Aragón (también de la Guardia Civil) y al objeto de planificarlos correctamente, se dieron instrucciones verbales para tratar de conocer con exactitud los controles que se estaban realizando por parte del Cuerpo Nacional de Policía”, reconoce el Gobierno en su explicación.

Sin embargo a continuación explica que “todo ello” se hizo “con el fin de coordinar con el Cuerpo Nacional de Policía la realización de los mismos y de conocer el tipo de control a prestar (de extranjería o antiterrorista)”, explica el Gobierno.

Estos hechos --por los que preguntó UPyD e IU-- se remontan al pasado 7 de enero tras el atentado de París que provocó elevar el nivel de alerta antiterrorista y por tanto “se decidió incrementar la presencia de la Guardia Civil en aquellos objetivos que marca la Orden de Servicio sobre el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista”.

ALERTA DESDE LE PERTHUS

Fue en concreto el 8 de enero cuando “se recibió en la Zona de Aragón una comunicación del Centro de Cooperación Policial y Aduanero (CCPA) de Le Perthus acerca de la posibilidad de que los sospechosos del atentado de París (abatidos a disparos por la Policía al día siguiente) hubiesen sido vistos en zona francesa, próxima a la frontera de La Junquera (Gerona)”.

Tras esta información, el Ejecutivo indica que “la Zona de Aragón de la Guardia Civil remitió el 9 de enero de 2015 instrucciones: además de las patrullas de Seguridad Ciudadana, se aumentarían o modificarían los servicios de las Unidades de reserva de las Comandancias y se planteó la posibilidad de solicitar apoyo de la Agrupación de Reserva y Seguridad (ARS)”.

La Unidad de Extranjería y Documentación del Cuerpo Nacional de Policía, con sede en la localidad de Canfranc (Huesca), realiza diariamente controles en las proximidades de la frontera. Estos controles de extranjería son comunicados semanalmente y directamente a la Comandancia de Huesca.

“EVITAR MOLESTIAS A LOS CIUDADANOS”

Interior explica que “el único interés era mantener la filosofía que marcaba la Orden de Servicio sobre el Plan de Coordinación de Controles en la Frontera franco-española y al mismo tiempo, intentar evitar molestias a los ciudadanos que podrían ser controlados en más de una ocasión por algún cuerpo policial”.

“El Jefe Interino de la Compañía de Jaca transmitió por escrito dichas instrucciones a sus Unidades subordinadas pero sin especificar los motivos finales y reales de la misma, por lo que pudieron ser interpretadas incorrectamente”, añade la respuesta parlamentaria escrita que zanja que “es importante subrayar que en ningún momento se realizaron grabaciones de los controles del Cuerpo Nacional de Policía”.