Italia pide a Bruselas “más respuestas” para gestionar la crisis migratoria

El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, llamó hoy a la Unión Europea (UE) a “que no se relaje” en la gestión de la crisis migratoria, y dijo que las respuestas “han ido con retraso” y “no son suficientes en cuanto a velocidad y eficacia”.

“Pedimos a la UE que no se relaje. Este es el desafío principal para nuestra clase política, para las clases dirigentes, y las respuestas han sido insuficientes y han ido con retraso”, afirmó Gentiloni al término de su primera cumbre de jefes de Estado y de Gobierno europeos, que se celebró hoy en Bruselas.

Gentiloni dijo que “la ruta del Egeo está aparentemente bajo control”, pero recordó “los retos que existen en la relación con Turquía y en la ruta del Mediterráneo y la necesidad de intervenir en África” para lograr reducir los flujos de migrantes.

Italia también ha incidido en “posponer” el debate sobre la modificación del reglamento de Dublín, que fija las reglas para la acogida de migrantes en los países de la UE, algo que “se discutirá los próximos meses”.

“Las hipótesis que se han manejado son insuficientes para nosotros”, afirmó.

Los líderes evaluaron el progreso en los acuerdos firmados con cinco países africanos en los últimos meses y la puesta en marcha de una nueva iniciativa para la protección y reintegración de 24.000 inmigrantes que se encuentran en tránsito en Libia y otros Estados de la región.

En este sentido, Gentiloni destacó la importancia de Níger, país al que la UE destinará 610 millones de euros a cambio de su cooperación contra la inmigración irregular, y dijo que es “un país fundamental, antecámara de Libia y a través del cual confluyen las grandes migraciones”.

“Por desgracia, los problemas son mucho más rápidos que las soluciones, en mi opinión sigue habiendo mucho retraso, incluida la recepción de la propuesta italiana del 'Migration Compact”, que propone invertir en países africanos para frenar la inmigración, reiteró.

Según un informe de la Comisión Europea (CE), el flujo mensual de inmigrantes en tránsito desde el Sáhara a Europa a través de Níger cayó de 70.000 en mayo a 1.500 contabilizados en noviembre.

El documento revela, no obstante, que esa reducción aun no se ha traducido en un descenso de las llegadas a territorio europeo, debido sobre todo al incremento de las producidas desde el Mediterráneo central.