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JFK y Fidel: Dos liderazgos carismáticos en las trincheras de la Guerra Fría

JFK y Fidel: Dos liderazgos carismáticos en las trincheras de la Guerra Fría

EFE

La Habana —

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El presidente estadounidense John F. Kennedy, de cuyo asesinato se cumplen hoy 50 años, tuvo en el líder cubano Fidel Castro un incómodo y carismático adversario en las trincheras de una guerra fría de la que aún pervive el largo contencioso entre Washington y La Habana.

Cuba no ha sido ajena este viernes al recuerdo de Kennedy y los principales medios de la isla (todos oficiales) se han referido al aniversario de su muerte con artículos o reportajes centrados básicamente en los interrogantes sobre la autoría del asesinato.

“Las balas disparadas en Dallas (...) sellaron un golpe de estado donde estrecharon sus manos la CIA y la extrema derecha del poder político-económico estadounidense para utilizar como sicarios a mafiosos ítalo-estadounidenses y terroristas anticubanos de Miami” responde hoy el diario Juventud Rebelde a la pregunta “¿Quién mató a John F. Kennedy?”.

Quien se ha mantenido hoy en silencio sobre la efeméride es Fidel Castro, retirado del poder desde 2006 y que a sus 87 años es el único superviviente de los líderes protagonistas de la “Crisis de los misiles”, el conflicto que puso al mundo al borde de una guerra nuclear y que marcó profundamente la breve presidencia de Kennedy.

Sin embargo en la última de sus “Reflexiones”, publicada el pasado agosto, Fidel Castro sí escribió sobre la muerte de JFK y sobre cómo conoció en 1963 la noticia en medio de una cita en Varadero con el periodista francés Jean Daniel, quien ya había entrevistado a Kennedy después de la también llamada “Crisis de Octubre”.

“Llegamos al lugar y lo invité a almorzar (a Daniel). Era el mediodía. Puse un radio y en ese instante un despacho glacial informa que el presidente había sido asesinado en Dallas”, rememoró Castro en ese artículo.

En el libro “Cien horas con Fidel” (2006) del periodista hispano-francés Ignacio Ramonet, Castro dice que la muerte de Kennedy le dolió: “Era un adversario, pero sentí su desaparición. Fue como si perdiera a un oponente de mérito. Me dolió también la forma en que lo mataron, el atentando cobarde, el crimen político”.

En 1960 Fidel Castro llegó a menospreciar a JFK al definirle como “un ignorante millonario” pero varias décadas después esa opinión varió.

“Creo que Kennedy fue un hombre de gran entusiasmo, muy inteligente, con carisma personal, que trataba de hacer cosas positivas”, señala Castro en el citado libro, en el que aventura que si JFK hubiera sobrevivido “es posible que las relaciones entre Cuba y Estados Unidos hubiesen mejorado”.

Y ello a pesar de que Fidel Castro le reprocha “errores” como dar luz verde a la operación de Bahía de Cochinos, la fallida invasión anticastrista de 1961, que Kennedy “heredó” del anterior gobierno de Eisenhower y Nixon.

Kennedy y Castro fueron enconados enemigos pero con rasgos comunes en sus personalidades, según destaca el periodista alemán Volker Skierka en una biografía sobre el líder cubano donde define a ambos como “purasangres de la política” y poseedores de una inteligencia superior a la media, carisma, instinto despierto y brillante oratoria.

En la década de los sesenta representaban una nueva generación de líderes y deseaban que los jóvenes “tuvieran nuevas perspectivas sociales y nuevas escalas de valores, el uno como revolucionario y socialista de nuevo cuño, el otro como reformador liberal del 'american way of life y sus libertades'”.

Otra de las coincidencias curiosas entre Castro y JFK que reseña Skierka es que ambos hicieron de sus respectivos hermanos, Raúl y Robert, sus más “íntimos consejeros” especialmente en la “Crisis de los Misiles”.

“Raúl Castro era el enlace ideológico y el pararrayos entre Moscú y La Habana; Robert Kennedy el parachoques del presidente en la relación con sus propios militares y servicios secretos así como responsable de los contactos secretos con (el presidente soviético, Nikita) Jruschov”.

Fidel Castro no conoció personalmente a JFK, pero sí a miembros de su familia como su hijo John John, fallecido en un accidente de avión en 1999 y que dos años antes había visitado Cuba, donde conversó unas horas con el histórico adversario de su padre.

Antes, a finales de los años ochenta, el líder cubano conoció en Caracas (Venezuela) a la viuda de Robert Kennedy, el hermano de JFK que también fue asesinado.

“Los Kennedy, la familia, después del asesinato, hicieron contactos con nosotros y desarrollamos relaciones e intercambios realmente amistosos. Son pruebas de que uno no se deja llevar por el odio”, relató el expresidente cubano en el libro de Ramonet.

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