Jameneí pide unidad a los partidos políticos de Irán y apoya a Rohaní

El líder supremo iraní, Alí Jameneí, pidió hoy a los dos principales partidos políticos del país, reformistas y conservadores, que mantengan la unidad y expresó su apoyo al presidente Hasan Rohaní, que en el Día de Al Quds fue víctima de ataques verbales por parte de los conservadores.

Jameneí instó “más que nadie” a “las fuerzas revolucionarias” (responsables que formaron parte de la revolución) a que “protejan el orden y la tranquilidad del país” y no permitan que los “enemigos” abusen de la situación, en un multitudinario sermón en Teherán con motivo de la fiesta del Aid al Fitr, el fin del mes santo de ayuno de ramadán.

La máxima figura política y religiosa del país destacó de nuevo la masiva participación del pueblo en las elecciones presidenciales del pasado mes de mayo y dio su aprobación a la formación del nuevo gobierno encabezado por el clérigo moderado Hasan Rohaní.

“Esperamos que lo antes posible se forme el nuevo gobierno y comience a llevar a cabo los labores necesarias para el país, hay grandes trabajos por delante que se deben hacer”, señaló Jameneí.

Para el líder supremo iraní, tanto las exitosas elecciones presidenciales y la marcha del Día de Al Quds, como la “fuerte ofensiva” de los Guardianes de la Revolución contra el EI en Siria son logros que forman las “reservas sociales” del país y su protección requiere la “unidad del pueblo”.

El pasado viernes 23 de junio durante la tradicional ceremonia del Día de Al Quds, manifestación para pedir la liberación de Palestina y la caída de Israel, grupos de manifestantes rodearon a Rohaní quien asistía al acto y le gritaron eslóganes en su contra, lo que obligó a sus guardaespaldas a sacarlo de allí.

Los manifestantes recordaron al moderado presidente Rohaní que puede acabar como Abolhasan Banisadr, el primer mandatario de la República Islámica que terminó escapando del país.

“Rohaní-Banisadr, feliz enlace”, fue uno de los lemas coreados por los manifestantes, vinculando el destino de Rohaní con el primer presidente de la República Islámica, quien, a causa de su oposición contra los clérigos y su apoyo a la organización opositora Muyahedin Jalq, fue destituido un año después de asumir el mandato y huyó a París.

“Muerte al clérigo estadounidense, muerte al hipócrita, muerte al mentiroso”, gritaron los manifestantes, que ya antes de la llegada de Rohaní coreaban consignas como “Muerte a América (en referencia a EEUU), muerte a Israel y muerte a Al Saud (la monarquía saudí)”.

Además de Rohaní, otras figuras políticas, como el primer vicepresidente, Eshaq Yahanguirí, y el relevante diputado reformista Alí Motaharí, quien expresa abiertamente sus posturas a favor de una mayor apertura y libertad, fueron recibidos por los manifestantes con gritos.

Jameneí previamente había advertido su opinión negativa hacia este tipo de acciones y confrontaciones entre los partidos del país.