La actriz Jessica Lange trae a Madrid “Unseen”, su trabajo como fotógrafa

Jessica Lange, ganadora de dos Óscar como mejor actriz por su trabajo en “Tootsie” (1983) y en “Blue Sky” (1995), se presenta por primera vez en Madrid como fotógrafa, una actividad que no es sólo un “hobby” para la estrella de Hollywood, sino que la ha llevado a exponer en centros de la máxima categoría.

La estadounidense muestra esta semana “Unseen”, una muestra de 23 fotografías en blanco y negro, algunas de ellas no expuestas hasta el momento en público, en la galería Espaciofoto de Madrid.

La muestra, producida y organizada por DiChroma photography y comisariada por Anne Morin, estará abierta del 21 de noviembre al 17 de enero y propone un recorrido por las series más emblemáticas de la artista norteamericana.

La estrella, que da vida en su último trabajo televisivo a Constance Langdon, en la serie “American Horror Story”, comenzó su carrera como fotógrafa profesional en los años noventa, pero su primer contacto es de 1967, cuando Lange consiguió una beca de la Universidad de Minnesota para estudiar fotografía.

De ahí voló a España y, posteriormente, la estudiante se fue a París, donde estudió Bellas Artes y finalmente tomó la decisión de ser actriz, lo que le hizo “aparcar” su segunda “debilidad”, la fotografía.

Cuenta la protagonista de “El cabo del miedo” que fue su pareja, Sam Shepard, quien le regaló una Leica M6 en los años noventa y sacó de ella su deseo dormido de inmortalizar imágenes.

Así, empezó a hacer fotos en el transcurso de sus viajes de trabajo por Estados Unidos, Francia, Finlandia e Italia, aunque demuestra una especial predilección por México, “por sus luces y sus grandes noches”, como ella misma señala.

En “Unseen”, la actriz muestra “cosas que veo”, dice, o mejor dicho, que vio entre 1992 y 2008.

Según explica la comisaria de la muestra, “punto y línea sobre plano” son los elementos fundamentales de su escritura visual, “escollos sin más pretensiones que hacer visible el movimiento de la vida”.

“Su léxico y su sintaxis se reducen a concordancias temporales, como ecuaciones elementales que expresan lo imperceptible”, resume Anne Morin en la nota de presentación del evento.

De los ojos de una joven que mira al cielo, al interior de una capilla, bañada por la luz lechosa típica de los países nórdicos, a dos niños que juegan suspendidos en una barrera, todos ellos, en blanco y negro y con “total equilibrio”.

Lange ha expuesto hasta el momento en prestigiosas salas de Estados Unidos, como la Rose Gallery de Los Ángeles o la Howard Greenberg de Nueva York, y en el Museo Archivo de la Fotografía de México, así como en el Centro Niemeyer, de Avilés, en España, entre otros lugares.