Jonan Fernández asegura que “hará lo posible para que ninguna víctima se sienta desplazada”

El responsable de la nueva Secretaría de Paz y Convivencia del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, ha asegurado hoy, tras las críticas vertidas por algunas asociaciones de víctimas, que hará “todo lo posible para que ninguna sensibilidad se sienta desplazada o incómoda”.

Jonan Fernández ha respondido así, en una entrevista concedida a Efe, a la decisión de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) de romper relaciones con el nuevo Ejecutivo de Iñigo Urkullu (PNV) precisamente por haberle nombrado a él para dirigir la política de paz y convivencia.

Frente a esta ruptura y a las acusaciones del PP, UPyD y de otros colectivos de víctimas como Covite que temen que este exconcejal de Batasuna fomente una “memoria inmoral”, Fernández ha recordado que lleva “muchos años defendiendo una memoria ética y crítica que afronte la verdad de cada uno de los hechos violentos”.

Ha anunciado que su departamento mantendrá relaciones “con todas las asociaciones de víctimas sin exclusión, también con la AVT, para dar continuidad a lo que se hizo en la anterior legislatura”, aunque ha pedido a todos los que le han criticado “un plus de objetividad y rigurosidad”.

“Hacer declaraciones más o menos altisonantes es fácil, pero parece exigible a todos aplicar un plus de rigor” porque “la realidad ha cambiado, y ha cambiado a mejor”, ha indicado.

A su juicio, estas declaraciones críticas “responden a una reflexión que no ha tomado conciencia” de que la situación es diferente, en referencia al final del terrorismo de ETA, aunque “quedan muchas cosas por hacer y muchos sufrimientos por reparar”.

Este cambio “tiene un poder normativo importante”, según el nuevo responsable de la Secretaría de Paz, quien cree que la sociedad vasca es consciente de ello y está más cerca de lo que ocurrirá dentro de diez años que de la situación que se vivía hace una década, con ETA aún activa.

De hecho, esa transformación social es para él la “principal garantía” de que no habrá un retroceso o una vuelta atrás en ETA con un retorno a la actividad violenta, algo que ha considerado “muy improbable”.

Jonan Fernández ha querido tranquilizar también a todas las corrientes políticas porque su trabajo y decisiones se adoptarán con un gran consenso.

“En otras políticas sectoriales basta la mitad más uno, pero en esta materia eso no es suficiente. Al final haremos lo que seamos capaces de hacer juntos, así de cruda es la realidad. Nadie tiene que estar inquieto porque se vaya a imponer una u otra cosa. Lo que se haga se hará de forma compartida”, ha proclamado.

También ha puesto de relieve que aunque gestionará la reparación de las víctimas de ETA y de las que sufrieron abusos policiales u otro tipo de vulneración de derechos humanos, lo hará “sin equiparar y sin comparar” a unas con otras, “pero también sin excluir”.

“Lo que ha ocurrido ha ocurrido y tenemos que ser valientes y capaces de reconocerlo con la verdad por delante. Éste es un criterio de futuro para evitar errores”, ha expuesto.

Con la prudencia de ser su primer día en el cargo ha evitado pronunciarse sobre si la izquierda abertzale tiene que condenar la violencia o si se debe producir una negociación con ETA, ya que además está convencido de que los representantes políticos e institucionales son los que deben “buscar con discreción las soluciones más adecuadas”.

Sí ha adelantado que sus ejes de trabajo serán crear el Instituto de la Memoria, poner en marcha la ponencia de paz en el Parlamento Vasco y elaborar un plan de convivencia a cuatro años vista que incluya una labor educativa.

Sus tareas más inmediatas serán ahora reunirse con todos los grupos políticos de la Cámara vasca y posteriormente comparecerá en el Parlamento para presentar su programa.