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La Junta de Castilla y León admite que contrató al principal beneficiario de la Trama Eólica a través de una SL

El entonces consejero de Industria, Tomás Villanueva (I) conversa con el director y el presidente de la empresa de embalajes San Cayetano, Alberto y Francisco Esgueva (D), durante su visita a esa empresa en mayo de 1999 / Foto: EFE

Laura Cornejo

  • Aunque la Junta negó que pagase a Alberto Esgueva como sociedad, tal y como constató eldiario.es, la polémica del ‘caso limusinas’ ha hecho claudicar a la consejera de Economía, que ha facilitado el contrato

La Junta de Castilla y León ha tenido que reconocer, dos años y medio después, la información publicada por eldiario.es sobre la contratación del ex alto cargo y principal beneficiario de la Trama Eólica, Alberto Esgueva como SL.

Apenas unos días después de que la consejera de Economía, Pilar del Olmo, contestase en el Pleno al PSOE que no iba a facilitar los contratos de las sedes en el exterior porque no pertenecían a una empresa pública, ha hecho lo contrario. El Grupo Parlamentario Socialista ha recibido ya el contrato que se hizo a Esgueva como consejero delegado de Excal, una empresa financiada al 98% por la Junta en la que se mantenía, hasta ahora, total opacidad.

El contrato está firmado por el entonces presidente de Excal, Rafael Delgado, que al igual que Esgueva, está investigado en el caso Perla Negra y en la Trama Eólica. El documento es clarísimo. Fechado en julio de 2004, dice que “es interés de D. Alberto Esgueva continuar en el citado cargo pero a través de la entidad Alberto Esgueva SL y mediante un contrato mercantil”. Así, durante un plazo de tres años se contrató a la sociedad Alberto Esgueva SL, administrada por el propio Esgueva, con un sueldo que doblaba el que había cobrado hasta entonces como persona física.

Un total de 120.000 euros por año, 10.000 euros al mes, para hacer lo que antes hacía por la mitad. El contrato estipulaba “estricta confidencialidad de cualquier tipo de información que obre en su poder relacionada con las actividades de este contrato, utilizándola solamente con aquellas personas que razonablemente sea necesario para su buen fin”.

¿A qué se dedicó Esgueva? a abrir sedes en Polonia (donde se estableció años después), en Hungría… Desde 2004, Excal puso en marcha la expansión de oficinas en el extranjero. Creaba sociedades limitadas en cada país. Aunque estaban participadas al 100% por la empresa, no ha habido forma de acceder a sus cuentas. Que desde el principio, la actividad de Excal era poco transparente lo prueba el hecho de que el Consejo de Cuentas publicara un informe de fiscalización de Excal de 2004 en 2009.

Advirtió de algo importante que la Junta no había tomado en consideración: el contrato entre la Agencia de Desarrollo Económico (ADE) y Excal, “no contemplaba la posibilidad de constitución de sociedades en países extranjeros, ni tan siquiera la posibilidad de participar en el capital social de sociedades ya constituidas en el extranjero”.

En 2004 se creó Excal Poland S.L y Excal Hungary S.L. Sólo la puesta en marcha de esta última supuso un gasto de 92.497 euros. Sobre el Centro de Negocios de Varsovia, cuyo alquiler o compra no se mencionan en el informe, se subraya que, con un presupuesto para 2004 de 64.630 euros, a 30 de septiembre de 2004, tan sólo cuatro meses tras la inauguración, el desvío presupuestario era del 179%.

En el Gobierno regional, según fuentes cercanas, empieza a asentarse el temor a que la gestión de esas oficinas se judicialice: por un lado, el PSOE ha recurrido en amparo al Tribunal Constitucional para que se les facilite la información de todas las sedes, y por otro se ha descubierto que la oficina de Bruselas asumía gastos de dudosa justificación.

Del Olmo, que llegó a la Consejería de Economía cuando los hechos estaban consumados, parece haber claudicado: no va a ocultar más información.

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