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El KAICIID apuesta por la educación y el diálogo para salvar la crisis

El KAICIID apuesta por la educación y el diálogo para salvar la crisis

EFE

Madrid —

La educación y el diálogo son los mejores instrumentos para salvar la crisis que atraviesa el mundo y crear sociedades futuras más éticas sostenidas en la paz y el conocimiento del otro.

Así lo cree Faisal bin Abdulrahman bin Muaammar, secretario general del KAICIID, un centro internacional de diálogo interreligioso fundado en 2011 por el rey de Arabia Saudí, Abdulá bin Abdulazz, en coordinación con el rey Juan Carlos I de España y la presidencia de Austria.

“Nuestro objetivo es ofrecer a los líderes religiosos las herramientas para que, a través de sus seguidores y con el apoyo de éstos, ayuden a resolver los problemas”, explicó Bin Muaammar en una entrevista concedida a Efe en Madrid.

“Ayudarles para que puedan llamar a las puertas de los políticos y de aquellos que toman las decisiones y encontrar (con ellos) soluciones para la crisis que está afectando a todo el mundo”, agregó el responsable saudí, que se encuentra en la capital española para presentar por vez primera el centro.

El KAICIID fue inaugurado oficialmente el pasado 26 de noviembre en Viena, donde tiene su sede permanente, cuatro años después de que el rey Abdulá hiciera público su proyecto durante en un encuentro con el papa Benedicto XVI.

La iniciativa fue acogida con entusiasmo tanto por el Vaticano -que ejerce de Estado observador- como por España y Austria, países cofundadores de un centro con vocación internacional.

En su consejo de Administración destacan representantes de otras confesiones como Swami Agnivesh, presidente del Consejo Mundial de Arya Samaj, el metropolitno Enmanuel, patriarca Ecuménico de Constantinopla, o el rabino David Rosen, miembro destacado del American Jewish Committee.

También figuran altos cargos de la iglesia Anglicana, del movimiento de origen japonés Rissho Kjosei-kai y del propio Vaticano.

En su carta fundacional, el centro subraya que la religión actúa “como activador del respeto y la reconciliación” y que su misión es “convertirse en el foro que facilite el diálogo interreligioso e intercultural y el entendimiento”.

“A través de los líderes religiosos podemos establecer un mejor entendimiento, podemos establecer la confianza, la coexistencia y la tolerancia. Y la única forma de conseguir todo esto es el diálogo. Nuestro objetivo es poner en contacto a gente para que se produzca ese diálogo”, subraya Bin Muaammar.

En este sentido, el responsable saudí insiste en que la educación, el conocimiento del otro y el respeto a su identidad religiosa son los parámetros que deben conducir este viaje, tan largo como necesario.

“La educación es muy importante, también la familia es muy importante, e incluso (el papel de) los medios de comunicación es muy importante. (Se necesita) una combinación de todos estos elementos porque hay muchas cosas que nos influyen a lo largo de la vida”, detalla.

Por ello, el KAICIID ha centrado sus primeros proyectos en la formación de los futuros educadores, la promoción de la imagen del otro en todos los foros posibles y el cuidado de los más pequeños.

A este último respecto, el centro propone una innovadora iniciativa dirigida a promover la colaboración multirreligiosa para la supervivencia y el bienestar de los niños, que ayudará a las comunidades religiosas a prestar servicios sencillos y de bajo coste que mejoren la salud de los más pequeños en el entorno de la familia.

“Todas las religiones tenemos muchas cosas en común, y eso es lo que la gente debe entender. El único problema de verdad es la ignorancia”, añade Bin Muammar, quien coloca este desconocimiento del otro en el centro de los problemas políticos que sacuden el mundo.

“La gente ha de conocerse entre sí y en este sentido, debemos confiar en la sabiduría de los líderes religiosos, ellos pueden hacer muchas cosas”, concluye.

Por Javier Martín

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