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Lambán rechaza “recetas populistas” y “bolivarianas” para solucionar el problema del “separatismo catalán”

Lambán rechaza "recetas populistas" y "bolivarianas" para solucionar el problema del "separatismo catalán"

EUROPA PRESS

ZARAGOZA —

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“El otro gran contrato fundacional de la democracia, el político, plasmado en la soberanía compartida, ha saltado por los aires por obra del separatismo catalán”. De esta forma, “el gran desafío es reconstruir el contrato social y político que tan buenos resultados ha dado”, lo que es “difícil” porque “no hay acuerdo en los objetivos ni los instrumentos”.

Lambán ha advertido de que “no sirven aquí las recetas populistas y tampoco las colectivistas, fracasadas al igual que sus epígonos bolivarianos” y en cuanto al liberalismo ha considerado que “dar por supuesto que la equidad es incompatible con la eficiencia económica no ha podido ser más demoledor”.

Al contrario, ha aseverado que “una mayor igualdad produce economías más eficientes” y que la redistribución de la renta estimula el crecimiento económico.

Por otro lado, ha alertado este martes de que “el futuro de España está en entredicho” y ha propuesto “reconstruir” el contrato social y político. Lambán ha protagonizado la primera jornada del Debate sobre el estado de la Comunidad 2018, ante el Pleno de las Cortes autonómicas.

En su intervención, Javier Lambán ha elogiado a la “gran generación” que alcanzó “el gran contrato social” de los Pactos de La Moncloa y el “gran contrato político” de la Constitución de 1978 con un modelo de descentralización cuasi federal.

El presidente ha llamado la atención sobre “la ruptura casi total de los equilibrios de la II Guerra Mundial” y “es un hecho” la existencia de “populismos parafascistas” en Estados Unidos y Rusia, así como el “renacimiento” de los nacionalismos, “un elemento a la larga incompatible con la democracia”.

Ha criticado las políticas de austeridad y ha planteado que la “errónea política” ha causado “muchas heridas”, destacando la pobreza infantil y los problemas laborales de las generaciones jóvenes. PROCESO INCONCLUSO

El presidente de Aragón ha relacionado la redefinición del contrato político con el papel que puede desarrollar Aragón en el conjunto de España. Ha dicho que, desde 1714, “en contra de lo que dicen los nacionalistas, las políticas de Madrid han beneficiado siempre a Cataluña y el País Vasco y han perjudicado al resto del país”, por lo que el Estado autonómico “nos ha venido bien, sobre todo a los demás” al sustituir “la vieja España radial por una reticular, en la que Aragón se desenvuelve a la perfección”.

Este proceso “no ha terminado”, ha considerado Javier Lambán, argumentando que “los grandes cuerpos de funcionarios del Estado y la inercia de un capitalismo madrileño parasitario siguen actuando como una rémora para que España culmine el desarrollo reticular”.

El momento actual es “una oportunidad” para “fortalecer la conciencia de lo que significa Aragón como Comunidad histórica”, ha dicho el presidente, quien ha dejado que “la base es la Ley” y no la Historia, aunque esta, junto con el patrimonio cultural y natural es “el complemento necesario de su patriotismo”, algo “de indudable interés general”.

A su juicio, “pocas comunidades tienen una personalidad tan acusada como la nuestra” ya que “es difícilmente concebible una mayor vinculación con el destino de España que el que nos une a nosotros”. Ha proclamado que “entre uno y otro patriotismo no existe contradicción, sino virtuosa complementariedad”.

El también secretario general del PSOE en Aragón ha advertido de que “no nos conformamos con participar en esa empresa como simple pieza del engranaje” porque “queremos ser no humildes peones, sino directores”, lo que exige una reforma constitucional “de amplia base” y que “perfeccione” el texto de 1978.

Lambán ha opinado que “España solo empezará a encontrar la salida cuando sustituya la bilateralidad por la multilateralidad”, puesto que “la cuestión catalana no solo es problema de Cataluña, es sobre todo un problema de España”, añadiendo que Madrid y Barcelona “llevan siglos retroalimentándose en beneficio mutuo”.

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