La Liga Árabe insta a acelerar la elección de un nuevo gobierno en el Yemen

La Liga Árabe pidió hoy a todas las partes vinculadas al conflicto en el Yemen que cumplan con los términos del acuerdo de paz firmado en septiembre pasado para poner fin a la crisis en el país y que aceleren la formación de un nuevo Gobierno.

En una reunión urgente celebrada en El Cairo, los delegados permanentes de los países árabes destacaron que el Estado yemení y sus instituciones “son los encargados de la protección del país, su unidad y estabilidad”.

En un comunicado, la organización panárabe señaló que el Estado debe obligar al movimiento rebelde chií de los hutíes a “detener sus actividades militares y retirarse de las zonas que habían controlado”, así como a entregar las armas que arrebataron a las autoridades yemeníes.

Asimismo, reiteró su condena a las actividades terroristas de la organización Al Qaeda en el Yemen y expresó su preocupación por los los recientes enfrentamientos entre los yihadistas y los partidarios de los hutíes, que suponen un “peligro” para el proceso político y la estabilidad del país.

Las fuerzas políticas yemeníes, incluidos los hutíes, delegaron ayer en el presidente del país, Abdo Rabu Mansur Hadi, y en el primer ministro designado, Jaled Bahah, la formación de “un gobierno nacional competente y adaptado a los estándares de integridad, eficiencia y neutralidad en la gestión de los asuntos del país”.

Según la agencia oficial de noticias yemení Saba, esas fuerzas se comprometieron “a no rechazar” el pacto que se alcance respecto a la designación de los ministros.

Un acuerdo de paz fue firmado entre las fuerzas políticas, incluido el movimiento chií, y la Presidencia yemení el 21 de septiembre pasado, después de que los rebeldes hutíes irrumpieran en Saná y tomaran el control de sedes gubernamentales y otras instituciones.

Pese a que los hutíes firmaron el citado acuerdo de paz, que estipula la retirada de sus milicianos de la capital y otras ciudades y la formación de un Gobierno de consenso, el movimiento chií ha continuado expandiéndose por el país y puesto en jaque a las autoridades.