Litigio es una anomalía en fructíferas relaciones Chile-Perú dice historiador

El historiador chileno Sergio González cree que el litigio entre Perú y su país por los límites marítimos que se ventila en La Haya “es una anomalía dentro del mejor periodo de la historia para ambos países”.

El conflicto podría haberse resuelto mediante el diálogo, dijo a Efe González, autor junto al peruano Daniel Parodi de “Las historias que nos unen: Episodios positivos en las relaciones peruano-chilenas, siglos XIX y XX”.

Unidos, según González, por una cultura gastronómica que incluye el amor por el ceviche y el pisco, peruanos y chilenos deberían terminar con el último poso de conflicto el próximo lunes, cuando la Corte Internacional de La Haya dé a conocer su fallo sobre la demanda peruana por los límites marítimos.

Chile defiende que la frontera se fijó con dos tratados suscritos en 1952 y 1954, pero Perú, que los califica de “simples acuerdos pesqueros”, solicitó en 2008 en una demanda ante la CIJ que la línea se trace por una línea equidistante a 100 metros hacia el interior del límite terrestre.

Más de 35.000 kilómetros de agua están en la raíz de un conflicto que según González podría haberse resuelto mediante el diálogo: “Aunque los tribunales internacionales son una solución moderna, esto se podría haber arreglado con el diálogo entre ambos países. Ningún tribunal es mejor que un buen dialogo bilateral”, remarcó.

Con el libro, González y Parodi buscan rescatar “fenómenos que no tienen que ver con conflictos sino acciones, personajes y misiones” que favorecen la integración: “compartir la devoción por Santa Rosa de Lima o la Virgen del Carmen, la unidad en el deporte o la hermandad en el trabajo”, manifestó el historiador.

Y es que por mucha disputa política que haya, las ciudades fronterizas de Tacna (Perú) y Arica (Chile) están hermanadas y “seguirán estándolo después del fallo”, concluyó Sergio González.

A pesar de la disputa, el autor considera que La Haya ha traído un elemento positivo: “ha permitido que desde el ámbito de las universidades y desde el ámbito político los distintos actores se hayan reunido y eso favorece la integración”.

La advertencia de aumentar la seguridad en la frontera y en sectores habitados por inmigrantes peruanos para protegerlos que el Ministro chileno del Interior, Andrés Chadwick, dio el pasado lunes parece no preocupar a González, que considera que el “capital cívico de Chile es grande, que no se verán conductas xenofóbicas”.

Unos 130.000 peruanos residen en Chile, un hecho que afianza las relaciones personales de los habitantes de ambas naciones y que ayuda a la estabilidad política: “Conforme la integración y la densidad de las relaciones personales crece, las posibilidades de conflictos disminuyen”, expresó el escritor.

Pero aún “se necesita que la cooperación reemplace a las políticas de defensa” por parte de ambos países ya que es un “elemento esencial para el desarrollo”.

Sin ánimo de ser un profeta de lo que ocurrirá el próximo lunes, Sergio González matiza que más que un conflicto “estrictamente jurídico, el litigio tiene un importante componente sociológico” y cree que eso “puede favorecer a Chile si se reconoce que la población de Arica ejerce una soberanía sobre la zona”.