Llamazares asume que ahora no puede replantearse el acuerdo con Podemos pero pide que IU refuerce su identidad

En declaraciones a la Cadena Cope recogidas por Europa Press, Llamazares ha analizado el “mal resultado” obtenido por Unidos Podemos en las urnas y ha lamentado haber tenido razón en las críticas que hizo a este acuerdo electoral.

Ahora, ha reconocido que el pacto tiene unas consecuencias “que no cabe replantearse” e IU deberá formar parte del grupo parlamentario de Podemos en el Congreso durante la próxima legislatura, ya que la alternativa sería pasar al Grupo Mixto y eso “sería peor”. Sin embargo, sí que ha pedido que, dentro de él, IU negocie una identidad propia y un portavoz, unos “aspectos mínimos” para dar respuesta a una parte de la organización que “no se siente representada” por Podemos y necesita sus propios “representantes políticos”.

El que fuera líder de IU entre los años 2000 y 2008, ha definido la situación de su organización como la de un enfermo “en planta con pronóstico reservado y riesgo acabar en la UCI”, por lo que cree que es necesario “tomar medidas inmediatas” que refuercen su identidad y desarrollo, contribuyendo además a construir una confluencia que vaya más allá de una coalición electoral “de oportunidad”.

A su juicio, para extraer conclusiones de los resultados del pasado domingo no hace falta hacer grandes estudios demoscópicos, sino que un análisis político ya permite saber “qué ha ido mal y qué se debería rectificar”. En este sentido, considera que uno de los factores principales para haber perdido apoyo en las urnas es que una parte de los votantes sintieron que la izquierda no respondió a sus expectativas tras las anteriores elecciones del 20 de diciembre, llegando a un acuerdo de gobierno para desalojar al PP del Gobierno.

Además, cree que la coalición se planteó como un producto “de último momento de temporada” y no consiguió que todos los votantes de ambas organizaciones se sintieran representados por ella. “Una parte del electorado de Podemos ya se había desenganchado con la incapacidad para un gobierno de izquierdas y una parte del electorado de IU no ha entendido esa coalición en frío”, ha argumentado.

CAMPAÑA EN ZIG ZAG

A esto se suma la campaña electoral desarrollada después, que cree que ha seguido una trayectoria “en zig zag” en la que la ciudadanía no sabía si el objetivo era el 'sorpasso' al PSOE, superar al PP o qué modelo o alternativa se proponía.

Llamazares ha reconocido que no tiene ningún problema específico con la figura del nuevo líder de IU, Alberto Garzón, pero sí cree que es necesario hacer un debate interno para “escucharse unos y otros”. Y ha lamentado que el primer análisis vaya a ser conjunto con Podemos y las confluencias antes que en el seno de la organización.

A su juicio, lo que está ahora en cuestión en España es la izquierda como alternativa política, por lo que ha avisado de que es necesario “rectificar”. “Hay gente que no vamos a permitir que una parte de la izquierda quede huérfana”, ha avisado adelantando que, o IU y Podemos toman medidas para representarla, o “esa izquierda va a buscar representación”.

CONSTRUIR LA ESCALERA ANTES DE ASALTAR EL CIELO

Además, ha analizado el papel en esta campaña de su predecesor al frente de IU, Julio Anguita, y ha reconocido que ha sido “coherente” con su posición política y la de una parte del PCE, que llegaron a la conclusión de que IU no representaba ese amplio movimiento político y social al que aspiraban y creyeron que había que “migrar” a otro ámbito como fue Podemos.

Sin embargo, a la vista de los resultados electorales, les ha pedido que “sepan leer” la decisión de los ciudadanos y que “se ha demostrado que era un error”. “La confluencia está por hacer y antes de asaltar el cielo hay que construir la escalera”, ha advertido.