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Llega el agosto del “por si acaso”: diputados, estén localizables

EFE

Madrid —

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El agosto del “por si acaso” ha obligado a los diputados a pegarse al teléfono móvil. Por si acaso hay debate de investidura, por si acaso se convocan plenos, por si acaso hay que ir a Madrid a toda prisa, sus señorías pasarán el verano trabajando, y si no, fácilmente localizables.

Las direcciones de los grupos parlamentarios tienen planificado ya el mes de agosto a pesar de que no hay nada planificado para el mes de agosto.

Según han informado a Efe fuentes de los cuatro principales grupos parlamentarios y de otros más pequeños, se han dado instrucciones a los diputados y diputadas para que estén pendientes del teléfono y no se vayan muy lejos de Madrid, por si acaso hay que ir al Congreso con urgencia para, por ejemplo, asistir al debate de investidura.

Así, en el PP, dicen las fuentes de este grupo, hay una consigna no escrita para que estén prevenidos ante lo que pueda suceder durante el mes de agosto, tanto en el caso de que se forme gobierno como en el caso de que al final no se forme.

El grupo socialista, en cambio, sí ha escrito a sus 85 parlamentarios para que, si son avisados, puedan presentarse en Madrid en un plazo máximo de 48 horas. También se les ha comunicado que deben ir preparando iniciativas parlamentarias y se vaya moviendo la recién inaugurada XII Legislatura.

Los 32 parlamentarios de Ciudadanos se dividirán entre el trabajo rutinario en Madrid, como si agosto no fuera el mes de vacaciones por excelencia, y el trabajo ocasional en las provincias de las que provienen, tal y como la dirección ha establecido.

Igualmente, en Podemos, aunque sin una instrucción general en ese sentido, sí se ha dejado claro desde la dirección que los diputados deben tener el teléfono conectado y a mano, y con la máxima disponibilidad para viajar a Madrid si se encuentran fuera.

Convergència, ERC y PNV se han marcado esa misma consigna, bien porque la han hablado entre ellos, bien porque se han cruzado algún correo electrónico o mensaje.

Todos los diputados consultados por Efe, una veintena, coinciden en que no tienen pensado tomarse unas vacaciones cortas o una escapada larga, así que, como mucho, y si es posible, intentarán desconectar un poco en el apartamento de la playa, en el hotel de algún lugar o en la casa que la familia tiene en el pueblo. Y sólo en fin de semana.

Lo más llamativo de esta frustración veraniega es que no viene dada por una agenda clara de actividad parlamentaria, como ocurrió el año pasado cuando en pleno agosto se inició la tramitación del proyecto de Presupuestos.

Si los diputados no descansarán este año es porque no saben la agenda.

El propio presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha apuntado que el debate de investidura podría celebrarse a partir del 2 de agosto, de modo que el 5, un viernes, se produciría la segunda y definitiva votación. Si Rajoy logra los apoyos necesarios, formaría gobierno y al menos se despejaría la incertidumbre.

Pero hasta que llegue ese momento, todo en el Congreso son hipótesis y cábalas, cálculos y quinielas, una especie de mesa de apuestas en la que todos pujan sin tener información.

Uno de los problemas de organizarse sin fechas tiene que ver con la conciliación. Una diputada del PP señala que a su pareja no le quedará más remedio que encargarse de los dos hijos pequeños y de todo lo demás, y ella irá cuando pueda, si es que puede.

Otro parlamentario del PSOE apunta que la investidura a primeros de agosto al menos daría alguna oportunidad para una escapada, pero él al menos ni se lo plantea, como tampoco se lo plantea ningún compañero de bancada, por lo que sabe.

De lo hablado con los diputados, no se deducen cancelaciones de vuelos o de hoteles, pero sí cambios de planes. “Hace tiempo mi hijo reservó un vuelo para irnos los dos fuera unos pocos días, a primeros de agosto, pero yo no iré”, relata un diputado popular.

De momento, el “por si acaso” es la única certeza de un calendario veraniego sin nada cierto.

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