Localizados 11 de los 13 linces que no pudieron ser evacuados de El Acebuche

Técnicos del centro de cría en cautividad del lince ibérico El Acebuche, en Doñana (Huelva), han logrado localizar a once de los trece ejemplares que no pudieron ser evacuados ayer cuando se activó el desalojo de las instalaciones como consecuencia del incendio que afecta la zona.

Así lo ha confirmado a Efe fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que precisaron que “a simple vista, presentan buen estado, pero habrá que hacerles un seguimiento por cámaras por si pudieran tener algún problema grave que no haya sido detectado en un primer momento”.

En este momento, por lo tanto, faltaría por localizar a dos ejemplares, en cuya búsqueda se trabaja.

Por lo que respecta a los catorce ejemplares evacuados, nueve adultos y cinco crías, que fueron realojados temporalmente en Matalascañas (Huelva), han podido regresar al centro, junto con el personal, toda vez que esta misma mañana, sobre las 9.00, se ha recibido la autorización.

Este incidente no va a afectar significativamente al programa de cría en cautividad del que forma parte el Organismo Autónomo Parques Nacionales con sus dos centros de cría, este de El Acebuche y el de Zarza de Granadilla en Cáceres, que forman parte de una red de centros de cría repartidos por la Península ibérica y que son gestionados con criterios genéticos de una manera global, como una población única en cautividad y no como poblaciones individuales por centro.

Fue ayer por la tarde, como consecuencia del incendio declarado en el término municipal de Moguer, cuando se recibió la instrucción de evacuar el centro de cría en cautividad de Lince Ibérico de El Acebuche que gestiona el Organismo Autónomo Parques Nacionales.

De inmediato se activó el protocolo de evacuación y en cumplimiento del mismo, se procedió a capturar el mayor número posible de ejemplares del centro para proceder a su evacuación.

En el escaso tiempo del que se dispuso se pudieron capturar nueve ejemplares adultos y a todos los cachorros (cinco), permaneciendo allí en sus recintos-jaula trece adultos, que no pudieron ser capturados y a los que, de acuerdo con el protocolo, se les dejó la puerta abierta para que pudiesen escapar en caso de que el fuego o el humo llegara a afectarles.

Durante la evacuación murió una de las hembras adultas, probablemente a consecuencia del estrés.