López pide al PSOE dejarse de “trifulcas” para ser “alternativa” a la derecha

El precandidato a la secretaría general del PSOE Patxi López ha dicho hoy que el partido está “dividido”, especialmente tras el “espectáculo” del Comité Federal del primero de octubre, y ha llamado a dejar las “trifulcas” y consolidarse como “alternativa” que combata la política de la derecha.

Así se ha manifestado López en un debate con cerca de 150 militantes en la localidad madrileña de Soto del Real, donde ha hecho hincapié en que este proceso de primarias debe centrarse en promover la “unidad” y la “definición” del proyecto de “socialismo exigente” en España, desde el que “volver a generar ilusión y esperanza”.

“Si seguimos divididos, da igual quien gane las primarias porque vamos a perder todos”, ha apostillado López, que ha estado acompañado por la secretaria general del PSOE en Madrid, Sara Hernández.

También han asistido al acto los diputados Rafael Simancas y Carlota Merchán, y el secretario general de las Juventudes Socialistas de Madrid, Borja Terrés, entre otros.

López ha aseverado que el proceso en que está inmerso el partido “es más serio y profundo” que el hecho de elegir a un nuevo secretario general, puesto que implica generar nuevas propuestas e ideas con las que “caminar hacia una unidad fundamental”.

Asimismo, se ha referido a las declaraciones que hizo ayer el ex secretario general del PSOE y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, en las que afirmó que hay socialistas que están utilizando el “discurso del miedo de la derecha” y reclamó unas primarias “limpias y libres de descalificaciones y difamaciones”.

En esta línea, López ha coincidido en el PSOE “no está bien”, lo que le ha llevado a este proceso de primarias en el que el partido debe promover la “unidad” y la “definición” de un proyecto de “socialismo exigente” en el país, desde el que “volver a generar ilusión y esperanza”.

“Tenemos que recuperar un PSOE fuerte y unido, porque somos la voz y herramienta de los más vulnerables”, ha asegurado.

Por otro lado, el precandidato ha mantenido su compromiso “firme y solemne” de que si es elegido líder del partido “lo primero” que hará será contactar con los otros dos aspirantes, Susana Díaz y Pedro Sánchez, para conocer y trabajar en sus propuestas, porque “aunque piensen distinto, son compañeros y deben caminar juntos”.

Por ello, ha reclamado a los militantes y dirigentes que no hagan de ésta una campaña “de la división”, porque el objetivo “fundamental”, ha continuado, es “unir al PSOE”.

Por el contrario, ha asegurado que si pierde el proceso no abandonará el partido, porque “un militante socialista nunca se va, se queda para ayudar al PSOE”.

A renglón seguido, ha comentado que llamará a quien se quede al frente de la formación para decirle que está “a su disposición”, recalcando que “la unidad no es una opción, es una obligación” y mostrándose confiado en que, entre todos los miembros del partido, se va a conseguir recuperar “al mejor PSOE”.

“Hay que ser leal con el que gane pero hay que integrar a los que pierdan porque solo así conseguiremos un partido unido”, ha zanjado.

Por otro lado, el exlehendakari ha pedido que “se deje de clasificar a los militantes en 'buenos y malos', porque quien clasifica está proponiendo una división” en el interior del grupo.

López, quien se ha mostrado sorprendido por “el nivel de insultos y la virulencia” de esta precampaña, ha exigido un debate “limpio y de fraternidad”, desde el que los aspirantes comprendan que todos están defendiendo “lo que creen que es mejor para el PSOE y para España”.

Durante su discurso ha anunciado algunas claves del programa que presenta, como son defender una España europeísta, porque “Europa ha sido uno de los sueños más queridos por todos”.

Además de “la defensa del contrato social y de una fiscalidad ”justa“, la lucha contra el fraude fiscal y la derogación de la reforma laboral.

López también ha hecho referencia a la necesidad de llevar a la Constitución la lucha contra la violencia de género, en vista de que el pacto de Estado contra la violencia machista “no sale adelante”, pese a que es un asunto que debe ser “una obligación para todos los poderes públicos”, sin depender del Gobierno “de turno”.