Luis Mateo Díez asegura que “con la crisis, parece que la lectura conlleva esfuerzo”

Luis Mateo Díez ha recibido hoy el premio Francisco Umbral por “La cabeza en llamas” como “una buena noticia” en “una vida en la que hay bastantes malas noticias con reincidencia” y como una gran ayuda en tiempos en los que “con la crisis, parece que la lectura conlleva un mayor esfuerzo”.

“Lo recibo con sorpresa. Cuando te comunican un premio siempre te sorprende gratamente y con alegría, me complace mucho por que es un premio importante, que avala un libro tuyo que dicen que es el mejor del año”, ha afirmado en declaraciones a Efe el literato.

Ganador de premios como el Nacional de Narrativa y el de la Crítica, primero por “La fuente de la edad” y luego por “La ruina del cielo”, Luis Mateo Díez (Villablino, León, 1942), ha hecho hincapié en la apreciación de la presidenta del jurado, Carmen Iglesias, que ha reconocido su libro como “cuatro historias impresionantes que merece la pena leer”.

Ese “merecer la pena” le parece “un merecimiento estupendo”, puesto que “está complicado en la vida que llevamos. Da la impresión de que este lío de la crisis también afecta a la lectura, a los propios libros y a su difusión. Como las cosas están tan apretadas, parece que la lectura conlleva mayor esfuerzo y que hay que encaminarla”, ha asegurado.

Luis Mateo Díez, que acaba de publicar una recopilación de doce novelas cortas bajo el nombre de “Fábulas del sentimiento”, se reconoce como un escritor “muy cervantino” y en “La cabeza en llamas” recopila cuatro novelas muy distintas.

“La verdad es que es el típico libro al que llega cuando un escritor ya ha decantado su estilo, sus intereses, su mirada del mundo, sus personajes. Me gustó proponerles a los lectores cuatro historias muy distintas con las tonalidades y las maneras de escribir a las que yo he llegado”, ha reconocido.

“La cabeza en llamas”, “Luz del Amberes”, “Contemplación de la desgracia” y “Vidas de incesto” son los cuatro relatos que componen el premiado libro.

“La cabeza en llamas” es la historia “de un chico desvariado, una persona estrambótica a la que se le ocurren cosas que desordenan la realidad, que parece que tiene incendiada su cabeza”, ha explicado, y la ha definido como una historia “divertida”.

“Luz del Amberes” recoge, en cambio, la escena de “un tío con unos sobrinos en una comida, en la cual se revelan las ensoñaciones de este hombre y esos chicos hacen un misterioso aprendizaje de la vida”, ha resumido.

“Contemplación de la desgracia” representa “la concomitancia que hay entre la dicha y la desgracia” y “cómo algunos prefieren ser desgraciados que felices”, mientras que, finalmente, “Vidas de incesto”, quizá el más “subversivo”, cuenta “las memorias estrambóticas de un chico que cuenta su vida en un colegio de curas que generacionalmente me correspondería a mí”, concluye.