Madre de una víctima del Loveparade 2010 reúne 350.000 firmas exigiendo juicio

La madre de una víctima de la Loveparade de 2010 ha reunido 350.000 firmas para exigir un juicio penal contra los presuntos responsables de esa tragedia, ocurrida en Duisburgo (oeste de Alemania) y en la que 21 jóvenes murieron aplastados por la multitud.

El abogado de la impulsora de la campaña, una mujer que perdió a su hijo, Christian, informó hoy de la presentación de las firmas ante la Audiencia Territorial de Düsseldorf, a punto de cumplirse el sexto aniversario de esa catástrofe.

“El 24 de julio de 2010 mi vida se desgarró. Ese día, nuestro único hijo murió aplastado en la rampa que conducía a la Loveparade. Él solo quería pasar un hermoso día con sus amigos”, escribe Gabi Müller, en el texto con que impulsó la recogida de firmas, donde pide se abre un proceso penal contra los responsables.

La justicia alemana rechazó el pasado abril abrir un juicio, por considerar inconsistentes las pruebas presentadas por la acusación y criticaba especialmente el informe elaborado por el experto británico Keit Still, principal fundamento de la acusación.

Entre otras recriminaciones atribuyó al perito un conocimiento insuficiente del idioma alemán y de las normas vigentes en el país para la organización de eventos como la Loveparade.

La decisión de no abrir juicio contra los diez acusados -seis empleados de la administración local de Duisburgo y cuatro responsables de la empresa organizadora del multitudinario festival tecno- por homicidio imprudente y lesiones fue recibida como un mazazo por los familiares de las víctimas.

La Fiscalía de Duisburgo, que está trabajando en una nueva formulación de la demanda con otros informes, había presentado su acusación en 2014, tras más de tres años y medio de investigaciones, y argumentaba que hubo fallos tanto en la planificación del festival como en las medidas de seguridad.

A su juicio, los responsables debían haber sabido que la estrechez de las vías de entrada al lugar, que también eran de salida, podían poner en riesgo la vida de los 445.000 asistentes, por lo que el evento nunca debería haber sido autorizado.

La tragedia de la Loveparade se precipitó al producirse una avalancha en el túnel que servía de acceso y salida al recinto elegido para el evento.

La tragedia, en la que más de 600 asistentes resultaron heridos, conmocionó al país y que tuvo una dimensión global por las nacionalidades de las víctimas mortales: alemanas, españolas -dos jóvenes-, holandesas, australianas, italianas y chinas.