Margallo recibe a la oposición siria que se reúne la próxima semana en Madrid

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, mantendrá un encuentro el próximo día 21 en Madrid con Moaz Jatib, destacado miembro de la oposición siria, que durante dos días se reúne en la capital española con el objetivo de allanar el diálogo entre las distintas facciones existentes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha informado hoy mediante un comunicado de esta reunión con Moaz Jatib, destacado miembro y expresidente de la Coalición Nacional de las Fuerzas de la Oposición y Revolución Siria (CNFROS), principal alianza opositora y a la cual España reconoció el 30 de noviembre de 2012 como el legítimo representante del pueblo sirio.

El nuevo presidente interino de la CNFROS, George Sabra, aseguró que Moaz Jatib renunció a ese puesto ante la falta de apoyo internacional a la oposición siria.

Jatib anunció su dimisión apenas dos días después de participar en la conferencia de los “Amigos de Siria” celebrada en abril en la ciudad de Estambul (Turquía).

Las diferencias de criterio se hicieron patentes en aquella cita al insistir los once ministros europeos y árabes presentes en la necesidad de diálogo con el régimen de Bachar al Asad, al tiempo que la coalición pidió más armamento.

El encuentro de García-Margallo con Jatib tendrá lugar con motivo de la Reunión de Consulta Nacional de la Oposición Siria que se desarrollará en Madrid durante los días 20 y 21 de mayo.

Fuentes diplomáticas han explicado a Efe que la reunión está organizada por la oposición siria y que el ministerio español lo que está haciendo es “facilitando” ese encuentro.

La reunión de la oposición, en la que participarán miembros de los distintos movimientos de la oposición, entre ellos la CNFROS (reconocida por EEUU, Francia y la Liga Árabe como único representante del pueblo sirio), se organiza con el apoyo del ministerio a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) y su programa Masar, dedicado a facilitar las transiciones en el mundo árabe.

El ministerio ha explicado que el objetivo de esta reunión es facilitar el diálogo entre las distintas corrientes de la oposición siria, favoreciendo así su cohesión y su capacidad futura de asegurar la unidad, estabilidad y democracia en el país.

Durante la entrevista del jefe de la diplomacia española con Jatib está previsto que analicen el estado de la situación en Siria, donde el conflicto iniciado en 2011 ha acabado ya con la vida de más de 80.000 personas, así como las últimas iniciativas internacionales para relanzar la búsqueda de una solución a la guerra civil, según ha señalado el departamento que dirige García-Margallo.

Entre estas iniciativas cabe destacar la propuesta conjunta de EEUU y Rusia de relanzar el proceso de Ginebra, el cual propugna solución política para la crisis en Siria.

Hace sólo unos días el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció que la conferencia sobre Siria impulsada por Washington y Moscú tendrá lugar en Ginebra “en las próximas semanas” y en ella se ha propuesto que participen tanto miembros del Gobierno como de la oposición.

El ministerio español ha considerado que ante el agravamiento del conflicto, que compromete la seguridad y la estabilidad de la región, es fundamental “redoblar los esfuerzos diplomáticos orientados a buscar una solución política”.

En este sentido, “el esfuerzo internacional actualmente en curso precisa del concurso de una oposición fuerte, unida y plural que sea capaz de articular un frente común”, añade en un comunicado.

Para España, ese encuentro en Madrid debe servir para avanzar “en este esfuerzo de conciliación política de los diferentes movimientos de la oposición siria”.

Precisamente ayer la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución que condena nuevamente las violaciones de derechos humanos del régimen de Bashar al Assad y que expresa su apoyo a los rebeldes sirios.

Por 107 votos a favor, 12 en contra y 59 abstenciones, los Estados miembros sacaron adelante una resolución patrocinada por Qatar e impulsada por los países árabes que logró menos respaldo que un texto similar aprobado el año pasado.