May exige compromiso a la UE y rechaza una frontera aduanera en Irlanda del Norte

La primera ministra británica, Theresa May, llama a los europeos a mostrar su disposición a un compromiso en las negociaciones del “brexit” y rechaza como inaceptable una frontera aduanera entre partes del territorio británico.

En una columna que publica hoy el diario “Die Welt”, pocas horas antes de la cumbre informal de líderes comunitarios en la ciudad austríaca de Salzburgo, May afirma que “para llegar a una buena solución, la UE debe ahora evolucionar en su postura después de haberlo hecho el Reino Unido”.

La primera ministra británica señala que “ninguna de las partes puede exigir de la otra algo totalmente inaceptable, por ejemplo, fronteras exteriores aduaneras entre partes del Reino Unido -algo que no aceptaría ningún otro país en esta situación- o que el Reino Unido tenga los derechos de un miembro de la UE sin tener también las obligaciones que comporta”.

Al mismo tiempo defiende su propuesta de una zona de libre comercio entre la UE y Reino Unido sólo para mercancías, pero no para servicios, y afirma que las objeciones de la UE “no se corresponden con la realidad en negociaciones comerciales en cualquier otro lado ni a la realidad de las actuales relaciones comerciales entre Estados de la UE”.

“Por lo tanto, lo que proponemos es una regulación justa que funcionaría de igual manera para la economía de la UE, así como para la británica, y sin socavar el mercado interior”, afirma.

May reconoce que “la relación entre Reino Unido y la UE cambiará de manera fundamental con el 'brexit'”, al tiempo que subraya su gran interés en que también tras la salida del Reino Unido exista una cooperación económica y en materia de seguridad “a poder ser fuerte” en el interés de todos los ciudadanos.

“Seguiremos siendo vecinos, continuaremos siendo una parte de la familia de Estados europeos y continuaremos defendiendo los mismos valores”, como la libertad, la democracia y el Estado de derecho, “fundamentados en un orden internacional basado en reglas, en un mundo en el que estos valores están cada vez más amenazados”, dice.

Por eso, May apuesta por la “buena voluntad y decisión de ambas partes” para “evitar una salida desordenada” que conllevaría para todos “grandes dificultades” y para “hallar nuevas vías de cooperación”.

Dentro o fuera de la UE, “tenemos que seguir siendo buenos amigos que se apoyen mutuamente en el fomento del bienestar y la seguridad”.