Ministra de Justicia italiana supera un voto de censura por el caso de las escuchas

La ministra de Justicia de Italia, Anna Maria Cancellieri, consiguió hoy superar una moción de censura en el Parlamento planteada contra ella por su mediación para intentar sacar de prisión a una conocida suya, una cuestión destapada por la publicación de unas escuchas telefónicas.

Por 405 votos en contra, 154 a favor y 3 abstenciones, la Cámara de los Diputados rechazó la moción de censura presentada por el grupo parlamentario del Movimiento 5 Estrellas (M5S) del cómico Beppe Grillo contra Cancellieri por su relación con el escándalo generado por la gestión de la aseguradora Fondiaria Sai.

La moción contó, entre otros, con el voto en contra del Partido Demócrata (PD) del primer ministro, Enrico Letta, algo que no ha estado claro hasta última hora, pues en su seno surgieron voces que exigían la salida del Gobierno de Cancellieri, que fue ministra de Interior con el tecnócrata Mario Monti.

En una reunión anoche con sus diputados, Letta transmitió la idea a sus colegas de que un voto a favor de la moción significaría también una censura al Gobierno de coalición que preside, que ha vivido últimamente complicados momentos con la crisis fallida provocada por el ex primer ministro conservador Silvio Berlusconi.

El escándalo en torno a la ministra surge con la investigación de la Fiscalía de Turín por ocultar Fondiaria Sai al mercado en 2010 un agujero de casi 600 millones de euros existente en el fondo de reserva de siniestros de la aseguradora.

La investigación llevó a la detención en julio pasado del presidente honorario de la compañía, Salvatore Ligresti (que dados sus 81 años de edad terminó en arresto domiciliario), así como de otros directivos y tres hijos suyos, entre ellos Giulia Maria, acusados de falsedad en cuentas y manipulación de mercado.

Sobre esta última se centra el caso, pues salieron a la luz la existencia de unas escuchas telefónicas de conversaciones con su entorno que apuntan a que la ministra intercedió para que se le concediera el arresto domiciliario y saliera de prisión, algo que ocurrió a finales de agosto tras una pericia médica a su favor.

Cancellieri defendió esta medida por motivos “humanitarios”, al considerar que corría peligro su vida, pues la detenida se negaba a comer, y admitió ante la Fiscalía que había “sensibilizado” a altos cargos de instituciones penitenciarias sobre la situación de la adinerada reclusa, sin reconocer que ella había sido quien había iniciado el contacto con el entorno de los Ligresti.

La compañera sentimental de Salvatore Ligresti reconoce que es amiga de Cancellieri desde hace más de 40 años, algo a lo que se suma el hecho de que un hijo de la ministra, Piergiorgio Peluso, fuera nombrado en 2011 directivo de la aseguradora, en la que hizo un trabajo cuestionado que terminó en un finiquito millonario.

En su comparecencia hoy ante la Cámara Baja, la ministra negó que haya habido “ningún favoritismo” en su actuación en este caso y que haya mentido en sus declaraciones sobre el mismo, después de que se cuestionara el hecho de que ella hubiera asegurado que era receptora y no iniciadora de los contactos con los Ligresti.