Mogherini dice que a Kosovo le queda aún por hacer en su acercamiento a la UE

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, advirtió hoy en Pristina de que a Kosovo le queda aún mucho por hacer en el “largo, difícil y complejo” camino hacia la Unión Europea, informó la emisora de televisión RTK en su página web.

Tras expresar su apoyo al joven país en esa aspiración comunitaria, Mogherini reconoció que ayer se dio “un importante paso adelante” con la recomendación de la Comisión Europea (CE) de liberalizar el régimen de visados para ciudadanos kosovares, algo a lo que se ha llegado con “un trabajo conjunto”.

“Esto quiere decir que Kosovo es Europa, y que trabajamos en la integración europea de Kosovo”, declaró la diplomática en rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro kosovar, Isa Mustafa.

Junto con Mogherini, se ha desplazado a Pristina el comisario europeo de Migración e Interior, Dimitris Avramópulos.

La vicepresidenta de la CE y alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad recalcó la importancia del diálogo entre Kosovo y Serbia para la normalización de sus relaciones, que se lleva a cabo bajo el amparo de la UE.

Pidió que se aplique todo lo acordado en ese proceso y que todas las instituciones kosovares trabajen en ello.

El diálogo de normalización es uno de los principales requisitos para el acercamiento a la UE tanto de Kosovo como de Serbia, que no reconoce la independencia que su antigua provincia ha proclamado en 2008.

Por su parte, Mustafa indicó que el “futuro (de Kosovo) está en el corazón de Europa”, y acusó a Serbia de intentar impedir su adhesión a los organismos internacionales.

Mogherini se reunió en Pristina también con el presidente de Kosovo, Hashim Thaci, y se dirigió a los diputados en el Parlamento, donde, en particular, instó a que se trabaje más para el desarrollo económico y la mejora de las perspectivas para los ciudadanos.

La propuesta de la CE de exención de visados para ciudadanos kosovares para estancias cortas llega después de que en abril pasado entrase en vigor el acuerdo de estabilización y asociación entre Kosovo y la UE.

La independencia del pequeño país, de 1,8 millones de habitantes y poblado por una mayoría de albaneses étnicos, fue reconocida hasta ahora por más de cien países, entre ellos EEUU y la mayoría de socios de la UE, pero no por España, Chipre, Grecia, Eslovaquia y Rumanía, y tampoco por China, Rusia, Brasil, la India y otros.