El líder del Movimiento Islámico en Israel ingresa en la cárcel por instigar a la violencia

El líder de la Facción Norte del Movimiento Islámico en Israel, jeque Raed Salah, ingresa hoy en una prisión del país donde cumplirá una pena de nueve meses tras haber sido declarado culpable de instigación a la violencia y racismo.

El pasado 18 de abril el Tribunal Supremo de Justicia israelí rechazó una demanda interpuesta contra la condena al clérigo musulmán, si bien rebajó pena inicial solicitada por el Estado de once meses de cárcel a nueve.

En esta ocasión la sentencia le condenaba por un sermón que pronunció hace dos años en el barrio palestino de Wadi Joz, en Jerusalén Este.

Oriundo de Um el-Fahem, la población árabe más importante de Israel, el jeque se desplazó esta mañana seguido por un convoy en dirección a una prisión cerca de la ciudad sureña de Beersheva, informaron medios locales.

En vísperas de su ingreso en la cárcel se celebró el viernes una concentración en su ciudad de origen, donde se levantó en noviembre pasado una tienda para protestar por la ilegalización del brazo norte del Movimiento Islámico que lidera Salah, bajo la acusación de incitar a la violencia entre los árabes israelíes y alimentar los enfrentamientos.

En la misma el jeque aseguró que no temía la cárcel y que saldrá más fuerte que nunca y denunció lo que consideró una persecución política contra su persona.

Añadió que las rejas no cambiarán sus opiniones políticas acerca de Jerusalén, en particular respecto a la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado para el islam, y llamó a todos los musulmanes a acudir al recinto sagrado a fin de reforzar su presencia cada día.

Al conocerse la ilegalización del Movimiento Islámico israelí, el grupo islamista palestino Hamás describió la prohibición de “racista” y aseguró que va en contra de los árabes en Israel y castiga al grupo liderado por Salah por su papel en la “defensa” de lugares sensibles como la mezquita Al Aqsa.

No es la primera ocasión en la que el clérigo cumple penas de prisión en Israel: entre 2003 y 2005 cumplió dos años de prisión bajo la acusación de haber financiado a Hamás y contactado a un agente de la inteligencia iraní.

Y en 2010 cumplió una sentencia de otros cinco meses por haber asaltado a un oficial de policía y liderado una manifestación violenta.