Muere un presunto espía indio atacado en una prisión de Pakistán

El indio Sarabjit Singh, condenado por espionaje y encarcelado desde hace dos décadas en Pakistán, murió hoy por las heridas sufridas tras ser atacado hace unos días por dos compañeros de celda, informaron medios locales.

Singh, de 49 años, estaba en estado crítico desde que fue agredido con barras de hierro el pasado viernes por otros dos reclusos del corredor de la muerte de la prisión de Kot Lakhpat, en la ciudad nororiental de Lahore, sin que los guardias pudieran evitarlo.

El pasado domingo llegaron a Pakistán la madre, una hermana y dos hijas de Sarabjit para visitarlo en la unidad de cuidados intensivos del hospital Jinnah de Lahore, donde fue ingresado tras el ataque.

Singh, cuya muerte ha causado revuelo mediático y malestar político en la vecina India, había denunciado en repetidas ocasiones que estaba recibiendo amenazas dentro del centro penitenciario pero no recibió protección, según el diario paquistaní Dawn.

El primer ministro indio, Manmohan Singh, lamentó esta mañana la muerte del convicto a través de un comunicado en su pagina web, y exigió que “los criminales responsables del ataque bárbaro y asesino” sean llevados ante la justicia.

El mandatario del gigante asiático lamentó que las autoridades paquistaníes no hayan visto antes “el lado humanitario” del caso, y calificó al fallecido como “un valiente hijo de la India que afrontó sus tribulaciones con gran fortaleza”.

El Gobierno del estado indio de Punjab, lugar de nacimiento del fallecido, anunció hoy que Singh tendrá un entierro de oficial, una vez que su cuerpo sea repatriado, en lo que trabajan las autoridades centrales.

También se anunció que las autoridades de Punjab ofrecerán trabajos gubernamentales a las dos hijas de Singh.

La familia ha pedido que se le conceda el estatus de “mártir”, un honor para los que mueren por la nación en la India.

Los allegados de Singh siempre defendieron su inocencia y, según ellos, había cruzado la frontera entre la India a Pakistán bajo los efectos del alcohol, de acuerdo con el canal indio NDTV.

Sarabjit Singh fue condenado a muerte por espionaje y terrorismo hace 22 años por su relación con varios atentados con bomba en las ciudades de Faisalabad, Multán y Lahore -en el este y el noroeste del país- en los que murieron 14 paquistaníes.

Tras ratificarse su sentencia de muerte en el Supremo, en 2006 las autoridades paquistaníes suspendieron la ejecución de Singh después de una controvertida petición de clemencia presentada por el Gobierno indio.