Netanyahu quiere delimitar fronteras de las colonias para construir en ellas

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quiere reanudar el diálogo con los palestinos para delimitar las fronteras de los grandes bloques de asentamientos en el territorio ocupado de Cisjordania y seguir construyendo, algo que rechaza la OLP que lo considera una “anexión” ilegal.

Según informó hoy el diario “Haaretz”, Netanyahu así se lo transmitió la semana pasada a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, a quien explicó que sería preferible conocer en qué partes de Cisjordania Israel podría continuar edificando, tras reiteradas condenas internacionales por la ampliación de los asentamientos.

Netanyahu aspira a anexionar a Israel los grandes bloques de asentamientos, una medida que también favorece el principal grupo de oposición, el “Campo Sionista”, liderado por el dirigente laborista Isaac Herzog.

Estos incluyen tres grandes colonias: Ariel, en el norte de Cisjordania; Maalé Adumim, al este de Jerusalén, y Gush Etzión, un mosaico de asentamientos judíos entre los distritos cisjordanos de Belén y Hebrón, muchos de ellos erigidos antes de 1948, año del establecimiento del Estado judío.

En sucesivas negociaciones Israel siempre ha aspirado a retener los grandes bloques bajo su soberanía en un acuerdo de paz con los palestinos, que rechazan esta medida y públicamente se ciñen a las fronteras de la guerra de 1967.

Los últimos procesos de diálogo han fracasado en buena medida a raíz de la continuación de la edificación en las colonias judías.

El rotativo de Tel Aviv, que cita a fuentes oficiales israelíes involucradas en el encuentro con Mogherini, indica que Netanyahu trató de mostrar su disposición e incluso afán por retomar el diálogo de paz, dada la desconfianza de la UE sobre su voluntad en relación a la cuestión palestina.

Mogherini insistió durante su visita, en la que se entrevistó con dirigentes israelíes y palestinos, en la necesidad de reanudar las negociaciones para establecer un estado palestino.

Netanyahu está preocupado por los planes en Bruselas para imponer medidas como el etiquetado de productos que señale que proceden de los asentamientos, así como por una iniciativa francesa que busca una resolución en el Consejo de Seguridad encaminada a trazar los principios para la resolución del conflicto palestino-israelí, según Haaretz.

El primer ministro israelí manifestó a Mogherini que sigue apoyando una solución de “dos estados para dos pueblos”, en un intento de aplacar los temores surgidos durante la pasada campaña electoral en la que aseguró que bajo su mandato no se establecería un estado palestino.

Esas declaraciones, así como su supuesta intención de reanudar el diálogo con el objeto de delimitar cuáles serán las fronteras de las grandes colonias israelíes en Cisjordania, ya han provocado las críticas palestinas.

“Esto es un ejercicio manipulador de engaño político y legal. Todos los asentamientos son ilegales y contravienen la legislación y consenso internacional, cualquier esfuerzo de anexionarlos o legalizarlos es un burdo intento de robar más tierra palestina y legitimar el sistema continúo israelí de apartheid, robo de tierras y expansión”, señaló en un comunicado la miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, Hanan Ashrawi.

“Si Netanyahu está interesado en reanudar el proceso político, debe cesar la construcción en asentamientos, implementar la cuarta fase de la liberación de presos palestinos encarcelados antes de los Acuerdos de Oslo, mantener negociaciones en base a las fronteras de 1967 y, en un determinado período de tiempo, acabar con la ocupación”, señaló por su parte el dirigente palestino y jefe negociador, Saeb Erekat.