ONG: 12 muertos en un campo de Al Hol tras huir del último reducto de EI en Siria

Al menos 12 personas que huyeron de Al Baguz, el último reducto del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria, murieron anoche al llegar al campamento de desplazados de Al Hol, en la provincia Al Hasaka, informó hoy una ONG.

Ayer por la noche llegaron al campamento 2.000 personas, mujeres y niños, y entre ellas perecieron 12, y 60 necesitaron una “hospitalización inmediata”, afirmó en un comunicado la organización humanitaria International Rescue Committee (IRC).

Con estos fallecidos aumenta a 138 el número de los muertos, en su gran mayoría bebés, que han perdido la vida durante el trayecto al campamento o nada más llegar a él desde principios del mes de diciembre, apuntó la ONG.

La IRC no ha detallado en qué circunstancias murieron las 12 personas de ayer.

La directora de IRC para Irak y el noreste de Siria, Wendy Taeuber, aseguró en la nota sobre los llegados al campamento que “estas mujeres y niños se encuentran en las peores condiciones” que los cooperantes han visto desde que “comenzara la crisis”.

Agregó que muchas de estas personas quedaron atrapadas en mitad de los combates y que decenas “se han quemado” o han resultado “gravemente heridas por la metralla”.

La responsable expresó su preocupación puesto que se espera que el campamento reciba a otros “3.000 desplazados” próximamente, por lo que la IRC teme que estos puedan llegar al lugar en condiciones aún peores que los de la tanda anterior.

Desde el pasado mes de diciembre miles de personas han huido del fuego cruzado entre las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), lideradas por milicias kurdas, y los últimos combatientes del EI en la provincia siria de Deir al Zur.

Al Baguz es la última localidad que aún dominan los extremistas en el este de Siria, aunque se encuentran arrinconados en una pequeña lengua de tierra a la orilla del río Éufrates.

Las mujeres y los niños se han instalado en su mayoría en el campamento de Al Hol, que actualmente acoge a alrededor de 72.000 personas, entre las que se encuentran más de 40.000 niños, según la IRC.