La ONU pide intervenir para evitar una “limpieza étnica” en Sudán del Sur

Una delegación del Comité de Derechos Humanos de la ONU para Sudán del Sur advirtió hoy de que ha detectado indicios de limpieza étnica en ese país africano y pidió la intervención de la comunidad internacional para que no se repita el genocidio de Ruanda.

La jefa del comité, Yasmin Sooka, llamó en la capital, Yuba, a “intervenir de forma urgente para detener la limpieza étnica” en este país africano, después de la creciente incitación al odio, la agresión a la libertad de prensa y a la sociedad civil, y las divisiones entre los diferentes grupos étnicos.

Al final de la visita de un grupo de expertos de la ONU, que ha durado diez días, Sooka aseguró en rueda de prensa que “hay indicios de limpieza étnica o genocidio en muchas zonas de Sudán del Sur”, donde se emplean los instrumentos de “la hambruna y la violencia sexual, y se queman localidades”.

La representante destacó que han detectado estos indicios en todos los lugares que han visitado en el país a lo largo de su estancia.

Asimismo, señaló los temores de que la violencia aumente durante la temporada de sequía, que termina en febrero.

Sooka pidió a la comunidad internacional acelerar el despliegue de las fuerzas de paz de la ONU, que recientemente aprobó ampliar su misión en Sudán del Sur con 4.000 cascos azules adicionales, y solicitó que no se desplieguen exclusivamente en Yuba.

Por otra parte, urgió a congelar los bienes y aplicar sanciones contra los que obstaculizan la aplicación del acuerdo de paz, aunque sin citarlos.

La delegación de la ONU se ha reunido en los pasados diez días con representantes gubernamentales, así como con la comisión que vigila la aplicación del acuerdo de paz entre el Gobierno y la oposición armada, firmado en agosto de 2015 pero cuya aplicación se ha visto ralentizada.

El conflicto en Sudán del Sur estalló en diciembre de 2013, después de que el presidente Salva Kiir, de la etnia dinka, denunciara un supuesto intento de golpe de Estado encabezado por su vicepresidente, Riek Machar, lo que derivó en un conflicto étnico entre comunidades.