Odón Elorza rechaza una marca propia en Cataluña y apuesta por la tercera vía

El diputado del PSOE Odón Elorza rechaza crear una nueva marca del partido en Cataluña y apuesta por la “tercera vía”, al tiempo que no comparte el derecho a decidir, aunque no excluye que en un momento de manera pactada y desde la “legalidad” sea “factible” una consulta en esa comunidad.

Elorza reconoce no obstante, en una entrevista con EFE, que “parece que ahora no se dan condiciones” para dicha consulta, que solo sería “factible”, insiste, desde el respeto a la legalidad y basada en una “ley de claridad”, como la que en su día fue aprobada en Canadá para el caso de Québec.

Esa norma recalca que “no cabe la independencia unilateral, la consulta debe darse en términos claros, siempre negociada con el Estado y con un fundamento de legalidad”, afirma Elorza, que subraya que es “algo diferente al derecho a decidir, ya que esta es una palabra que se usa para llamar el derecho de autodeterminación”.

En todo caso, considera que en Cataluña, “en estos malos tiempos para el socialismo democrático”, el reto se sitúa en seguir unidos y fortalecer la “tercera vía” -que aboga por un nuevo encaje territorial en España- “darle contenidos más reales”, así como en hacer mucha pedagogía política sobre cuáles son las ventajas de esta fórmula que apoya el PSOE.

El que fuera alcalde de San Sebastián durante más de veinte años considera que “todo esto tiene que calar” y para ello hace falta tiempo, “prudencia” y “evitar contradicciones entre el PSOE y el PSC”, así como un “gran debate interno”.

Elorza comprende que en el PSOE hay “sensibilidades diferentes que juegan a otra cosa”, pero recalca que coincide con su secretario general en que hay que “aguantar la posición e hilvanar bien la 'tercera vía'”.

En vísperas de la conferencia política del PSOE, que arranca el próximo viernes en Madrid con el objetivo de trazar el modelo socialista de los próximos años, Elorza considera que el foro debe demostrar que el partido “ha sabido escuchar a la calle, ha sacado conclusiones de los errores y está trabajando a fondo en un proyecto alternativo al modelo de la derecha”, que significa una “involución en lo social y en el funcionamiento de la democracia”.

Una de las bazas de la transformación es la celebración de primarias para elegir al candidato del PSOE a La Moncloa, una cita que Elorza cree que debe producirse “a comienzos de año” antes de las elecciones europeas del 25 de mayo.

Tras asegurar rotundo que no se le ha pasado por la cabeza postularse, Elorza apuesta por un candidato con una “voz nueva”, “sin una mochila pesada a la espalda” y con “proyección de futuro”.

“Hay que valorar muy mucho quien puede dar más juego, quien tiene menos condicionantes y una trayectoria profesional de coherencia con las ideas de regeneración interna y de modelo alternativo a la derecha”.

Preguntado sobre quién de los posibles candidatos podrían ajustarse a esta definición, Elorza zanja que “no es el momento de los nombres ni de hacer descartes”.

Respecto a la polémica suscitada por la proposición no de ley que ha presentado en el Congreso para exhumar los restos de Francisco Franco y de José Antonio Primo de Rivera del Valle de los Caídos y entregarlos a su familia o trasladarlos “al lugar que resulte más adecuado”, ha explicado que se trata de un proyecto “ambicioso” de “resignificar” la basílica.

A su juicio, las críticas vertidas por el PP evidencian que ha “aflorado” la mentalidad neofranquista de una parte de los integrantes de ese partido que “pegan un grito cuando alguien pretende tocar algunas de estas raíces”.

El Valle de los Caídos es un “monumento al nacional catolicismo” que va en contra de la dignidad de los 34.000 personas que están allí enterradas y de las víctimas de la Guerra Civil.

El diputado guipuzcoano reconoce que “se había prometido” a sí mismo que si un día ocupaba este cargo “haría esta propuesta”, porque es “indigno para una democracia que exista un monumento presidido por un dictador, no hay ningún caso en un país de Europa”.

Reconoce que “no es una iniciativa prioritaria por la situación actual de crisis” y que podría haberse hecho antes, “especialmente después de que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobada la ley de memoria histórica en 2007”.