Organizaciones en ciudad dominicana protestarán contra Vargas Llosa

Representantes de organizaciones de la ciudad dominicana de Santiago, la segunda del país, dijeron hoy que el próximo 23 de enero celebrarán “la verdadera 'Fiesta del Chivo'”, con la que buscan “ridiculizar” al premio Nobel de literatura, el peruano Mario Vargas Llosa.

Quieren responder así a “las ofensas y las calumnias” que, en su opinión, hizo el escritor a la República Dominicana en un artículo publicado en el diario español “El País”, en el que criticaba una sentencia del Tribunal Constitucional dominicano sobre la nacionalidad que afectaba sobre todo a descendientes de haitianos.

El pasado 13 de noviembre del 2013, dirigentes comunitarios pisaron y quemaron el libro de Vargas Llosa “La Fiesta del Chivo”, que versa sobre la República Dominicana, por considerar que con sus opiniones sobre la sentencia ofendía “la dignidad del pueblo dominicano”.

En ese mismo acto, fueron declaradas personas non gratas, su hijo, Gonzalo Vargas Llosa -representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en el país caribeño-, el ex cónsul haitiano Edwin Paraison y la ONG Red Fronteriza Jano Siksé (RFJS), que defiende los derechos de inmigrantes extranjeros en República Dominicana, principalmente los de origen haitianos.

José Alberto Peña, portavoz y vicepresidente de la Coordinadora de Organizaciones Comunitarias y Civiles que tiene representación en al menos 83 barrios y parajes del sur de Santiago, dijo a Efe que harán desfilar un chivo con un biberón y el libro y una foto de Mario Vargas Llosa sobre los cuernos.

“Es una forma de ridiculizarlo y responder a las infamias y calumnias que ha emitido en contra de República Dominicana”, dijo Perña, quien explicó que “el chivo será obligado a llegar hasta la bandera dominicana y nuestro mapa, el cual borró irresponsablemente Vargas Llosa al calificarnos de nazis” en el artículo.

Un mapa de la isla con una bandera nazi superpuesta acompañaba el artículo, titulado “Los Parias del Caribe”, publicado en noviembre de 2013.

“Solo queremos decirle a ese señor que aquí hay un pueblo que está parado de pie que estamos dispuestos a defendernos a como dé lugar y que las decisiones que tome el Estado dominicano hay que respetarlas”, agregó.

El fallo del Tribunal Constitucional dominicano del 25 de septiembre de 2013 establece, principalmente, que a las personas nacidas en la República Dominicana de padres extranjeros en tránsito después de 1929 no les corresponde la nacionalidad.

Esa sentencia generó opiniones a favor y en contra en el país, pero un rotundo rechazo de la comunidad internacional.

En relación a esa privación “arbitraria” de la nacionalidad, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cifró las personas afectadas, según “diversas fuentes”, en 200.000, y recalcó que la medida afectaba de forma “desproporcionada” a las de ascendencia haitiana.

El Gobierno dominicano ha hecho frente a las críticas con la elaboración de un Plan Nacional de Regularización de Extranjeros que residen ilegalmente que suspendía las deportaciones durante su aplicación y que plantea un proceso especial de naturalización para los descendientes de extranjeros irregulares.