Ortuzar cumple un año liderando el PNV con la paz como “asignatura pendiente”

Andoni Ortuzar cumple hoy su primer año como presidente del PNV, cargo en el que sustituyó a Iñigo Urkullu al convertirse en lehendakari, admitiendo que la consolidación de la paz es “la asignatura pendiente” de resolver en el escenario político vasco.

Ortuzar ha destacado que en el último año, su partido haya contribuido a la estabilidad institucional en Euskadi con los pactos presupuestarios sellados con PSE y PP en el Parlamento y en otras instituciones, pero ha manifestado la necesidad de seguir dando pasos para dejar atrás la etapa de ETA.

“Aunque el año también ha terminado mejor de lo que empezó con avances más lentos de los que a nosotros nos gustaría, el proceso de paz quizá sea un poco la asignatura pendiente que aún tenemos”, ha confesado Ortuzar en declaraciones a Efe para hacer balance de su primer año al frente de Euzkadi Buru Batzar (EBB), la ejecutiva del partido.

Ante la imposibilidad de que Urkullu siguiera liderando el PNV al llegar a Ajuria Enea, como establecen los estatutos de los 'jeltzales', Ortuzar asumió el mando después de ser presidente del partido en Bizkaia (2009-2012) y director general de EITB, la radiotelevisión pública vasca, de 1999 a 2008.

La trayectoria en su primer año al frente del (EBB) se coronó ayer, sábado, con la decisión del PNV de ir de la mano de la izquierda abertzale en la manifestación convocada como respuesta a la prohibición de la que había impulsado la iniciativa Tantaz Tanta en favor de los presos de ETA.

Una manifestación “excepcional”, como la definió el propio Ortuzar en la víspera, aunque para dirigentes de su partido como Joseba Egibar, ha establecido un “punto de inflexión” en el recorrido hacia la paz.

La principal aportación de Ortuzar ha sido haber contribuido al pacto económico con el PSE y el PP para que el Gobierno Vasco y las principales instituciones tengan este año presupuestos, después de que Urkullu tuviera que retirar el pasado mes de mayo las cuentas de 2013 por su minoría en el Parlamento.

“Aunque nos ha costado unos meses, nos hemos ido adaptando y hemos terminado el año mejor”, ha destacado.

El presidente del EBB se ha felicitado de que la economía, con “timidez todavía”, ya esté marcando “una senda de repunte en la recuperación”.

“Esperemos que en 2104 se consolide y se empiece a crear empleo y quitarnos el agua de la barbilla que es hasta donde la hemos tenido a lo largo de todo este año pasado”, ha comentado.

Aunque ha sido “un año complejo en lo político, en lo económico y en lo social” en Euskadi, Ortuzar cree que “afortunadamente, el año ha terminado mucho mejor de que lo que empezó”.

A ello también contribuye, según el dirigente nacionalista, el que se haya puesto la primera piedra de la ponencia de autogobierno en el Parlamento de Vitoria para tratar de consensuar un nuevo estatus para Euskadi al término de la legislatura, aunque con un ritmo y un método diferentes al de Cataluña.

Según Ortuzar, hay un “compromiso casi generalizado de la necesidad de revisar el autogobierno” vasco y de ver si hay opción de acordar un nuevo marco jurídico y político en la comunidad.

Fuera de Euskadi, Ortuzar también se ha centrado en los últimos meses en 'darse a conocer' ante otros partidos y tender puentes y engrasar la relación con el Gobierno del PP, principalmente a través de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

A través de ella, ha logrado que el PNV arranque algunos acuerdos para Euskadi, como el 'blindaje' de los ayuntamientos vascos ante la nueva ley de la administración local o la reducción del impacto de la reforma eléctrica.

Quedan pendientes asuntos aún intrincados como la renovación del concierto económico o la liquidación del cupo, aunque pendientes de resolverse entre Urkullu y el jefe del Gobierno, Mariano Rajoy.

Ortuzar se enfrentará en mayo, en las elecciones europeas, a su primer reto en las urnas, con el optimismo que le insufló el último Euskobarómetro publicado a finales de diciembre.

La encuesta, hecha un mes antes, indicaba que el PNV ganaría de nuevo las elecciones al Parlamento Vasco con dos escaños más (29) de los que logró en las autonómicas de octubre de 2012.