Oyarzábal dice que Miguel Ángel Blanco y Gregorio Ordóñez estarían “hoy en este PP”

El secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, afirma que, tanto Miguel Ángel Blanco como Gregorio Ordóñez, ambos asesinatos por ETA estarían “hoy en este PP” y, tras indicar que el Gobierno tiene que acatar también las sentencias que “no le gustan” como la de la doctrina Parot, asegura que la democracia “ha ganado el terror, con sentencias o sin ellas, con sonrisas al salir de prisión o sin ellas”.

En una entrevista al diario El Correo, recogida por Europa Press, en relación a la manifestación celebrada el pasado fin de semana en Madrid contra la sentencia del Tribunal de Estrasburgo sobre la Doctrina Parot, asegura que se queda con la gente que les acercó a decirles que siguen confiando en el PP y en el Gobierno para “terminar con ETA”. “No me quiero acordar de los cuatro exaltados que nos insultaron porque responden a grupúsculos que no tienen nada que ver con las víctimas del terrorismo”, añade.

Oyarzábal afirma que el PP está haciendo “lo que ha hecho siempre” y, tras la sentencia de Estrasburgo, quisieron estar “con las víctimas, a su lado, compartir su enfado y su dolor”.

Según destaca, las víctimas están viendo como “asesinos múltiples, con muchos muertos a sus espaldas, salen a la calle” y eso “duele”. Por ello, cree que debían estar “ahí, dando testimonio de cercanía y, a la vez, de confianza en el Estado de Derecho”. “Transmitiendo un mensaje: 'Nosotros no somos unos terroristas porque debemos respetar la ley'”, apunta.

El dirigente del PP vasco manifiesta que el Gobierno tiene que acatar las sentencias “también cuando no le gustan” porque es lo que diferencia “a los demócratas de quienes no lo son”.

Tras indicar que las víctimas “no son todas iguales”, Oyarzábal cree que hay que ser “enormemente respetuoso” con su posición, incluso “cuando no nos convence”. “Las víctimas tienen razones para que seamos sensibles siempre a lo que nos dicen, pero no tienen por qué tener razón política siempre”, añade.

Oyarzábal, que reconoce que seguramente el PP también ha cometido “errores a la hora de explicar bien” lo que están haciendo, ha afirmado que la democracia ha conseguido “terminar con ETA, que la ha puesto contra las cuerdas sin pagar ningún precio político”.

“Estoy convencido de que Miguel Ángel Blanco y Gregorio Ordóñez hoy estarían en este PP. Mis compañeros asesinados por ETA por defender unas siglas hoy estarían con nosotros. Si no fuera así, yo me iría a mi casa”, asegura.

Oyarzábal afirma que no se puede permitir que “cuatro exaltados nos traten de convencer de que ETA ha ganado y España, perdido”. Eso, según destaca, es “mentira”. “La democracia ha ganado al terror, con sentencias o sin sentencias. Con sonrisas o sin ellas al salir de la cárcel. ETA ha perdido. Eso es lo que necesitan escuchar muchas víctimas para no sentirse mal”, agrega.

En relación a la Fundación de Víctimas y la AVT, subraya que son las asociaciones “más importantes” y tratan de tener con ellas un contacto “permanente”, aunque “seguramente no coincidimos en la misma percepción de las cosas”.

“De manera injusta, no sé si dentro o fuera de mi partido, como son los casos de tertulianos y creadores de opinión, de extender un halo de sospecha sobre el PP. Miente quien siembra el mensaje de que este Gobierno mantiene un compadreo con no sé qué 'hoja de ruta' de Zapatero con ETA. Ni hemos negociado ni vamos a negociar con terroristas. Nunca”, apunta.

MOCIONES

En relación a las mociones del PP en ayuntamientos como el de Portugalete para declarar personas 'non gratas' a los miembros de ETA excarcelados tras el final de la Doctrina Parot, afirma que el PSE y el PNV no pueden seguir “buscando la comodidad en Euskadi, bailándole el agua a Bildu y a los más radicales”.

A su juicio, la sociedad vasca debe mantener un “reproche social hacia aquellos que la han hecho tanto daño” porque “no podemos seguir anestesiados”.

“El PP tiene que hacer un trabajo previo, quizá. Un mayor esfuerzo de encuentro para caminar juntos en favor de la convivencia y de una reconciliación basada en valores”, apunta.