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PP y PSOE tratan de rebajar su distancia sobre cómo Puigdemont puede parar el 155

El coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, y el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, charlan en el Congreso.

Rodrigo Ponce de León / Irene Castro

PP y PSOE siguen de la mano en la aplicación del artículo 155 en Catalunya, pero discrepan sobre si hay que frenar su puesta en marcha en caso de que Carles Puigdemont convoque elecciones. No obstante, restan importancia a las diferencias puesto que el acuerdo sigue en pie. Los conservadores creen que Pedro Sánchez está presionado por el PSC y consideran que su postura es “arriesgada” dado que lo que hagan los independentistas es impredecible. El PSOE recuerda que la posibilidad de frenar el 155 está firmada en el acuerdo que ha ratificado el Consejo de Ministros y minimiza la negativa del Gobierno a parar la intervención de Catalunya ya que la atribuyen a las distintas posiciones dentro del gabinete de Mariano Rajoy y de los equilibrios con el ala más dura del PP.

Fuentes del PP han apuntado que la posición del PSOE es “complicada” y “muy arriesgada” por la posibilidad de que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, vuelva a “jugar con la ambigüedad”. “Si Puigdemont va al Senado y convoca elecciones pero dice que sigue con el desafío estás vendiendo tu posición ante Puigdemont. Es dejar tu postura en manos de algo que no sabes si va a pasar y le estas dando todo el campo de juego”, han explicado fuentes del partido conservador.

En el Partido Popular aseguran “que no han cambiado su postura” sino que en todo caso “se ha especificado más claramente”, ya que “no se puede dar baza a quién está manteniendo el desafío independentista”. Aunque no hay una postura unívoca en el PP.

Otras fuentes en el partido conservador apuntaron que “la ampliación de las exigencias” por parte del Gobierno a la hora de pedir una retractación a Puigdemont y no solo la convocatoria de elecciones autonómicas para frenar el 155 obedece también al “necesario” mensaje de dureza destinado al electorado popular, ante el avance de Ciudadanos en las encuestas electorales, y a las posiciones más duras dentro del propio consejo de ministros, encabezadas por la ministra de Defensa, María dolores de Cospedal.

El PSOE pide claridad a Rajoy

En el PSOE sostienen la postura que mantuvieron desde un inicio: apoyan el 155, pero cambiarían de posición si Puigdemont convoca elecciones de acuerdo a la legalidad vigente, es decir, sin que haya de por medio ningún tipo de declaración de independencia. “Ni light, ni soft, ni verbal, ni escrita”, dijo el portavoz, Óscar Puente.

Para los socialistas es el Gobierno el que ha cambiado de posición y le recuerdan que en el acuerdo que aprobó el Consejo de Ministros con su aval previo figura la posibilidad de frenar la puesta en marcha del 155 si la Generalitat da marcha atrás. De hecho, se remiten al punto E.9 del documento, en el que se da la potestad al Gobierno para “anticipar el cese de estas medidas si cesasen las causas que las motiva”. Para el PSOE, la convocatoria de elecciones conforme a la ley electoral estatal es un cese de la ilegalidad.

“Si Puigdemont las convoca en el marco de la legalidad constitucional, no hará falta que lo haga el 155. En este sentido, me sorprende que el Gobierno, en las últimas 24 horas, diga cosas distintas de las que habíamos hablado”, ha expresado el portavoz socialista en el Senado, Ander Gil, que ha recordado que la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría “dijo esto mismo en un medio de comunicación hace dos días”.

Margarita Robles ha ido un paso más allá en su pregunta a Rajoy durante la sesión de control y le ha pedido que “ponga orden” en el Gobierno: “Explique a los ciudadanos esas divergencias que hay en su Gobierno entre la vicepresidenta y los ministros cuando hablan del tema de Cataluña”, ha dicho la portavoz del PSOE en el Congreso.

Fuentes socialistas atribuyen ese cambio a las distintas posiciones dentro del PP y el gabinete de Rajoy. “En el Gobierno hay los que quieren aplicarlo a toda costa y los que están acojonados, entre ellos Rajoy”, dice un destacado miembro de la dirección. “No solo el PSOE tiene al PSC”, dice otro dirigente socialista sobre las presiones que, a su juicio, se producen dentro del bloque conservador.

No obstante, la dirección socialista se muestra convencida de que no habrá una fractura al final y que las discrepancias son comunicativas más que de fondo. “Lo acordado es lo acordado”, dice un dirigente próximo a Pedro Sánchez. Varias de las fuentes consultadas consideran que al Gobierno le conviene mantener el respaldo del PSOE una vez que se aplique el 155.

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