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El PP, único apoyo del PSOE en la comisión territorial, ve inviable la reforma constitucional

Mariano Rajoy recibe el aplauso de su grupo parlamentario su discurso durante el debate de investidura de Pedro Sánchez.

Rodrigo Ponce de León / Irene Castro

Mariano Rajoy y Pedro Sánchez llegaron a un acuerdo: el PSOE daba su respaldo a la activación del artículo 155 y el PP se comprometía, a cambio, a apoyar que se abra el debate de la reforma constitucional. El pacto hasta ahora se ha cumplido (los conservadores han apoyado la creación de la comisión para el estudio del modelo territorial). Sin embargo, los conservadores no han tardado ni un mes en enfriar la puesta en marcha de la reforma, que es la propuesta estrella de Sánchez para solucionar el problema territorial.

A pesar de que el PP ha cedido a la apertura de un largo que proceso que los socialistas quieren que culmine con la reforma de la Constitución –principalmente para darle un nuevo encaje a Catalunya y blindar el estado social–, los de Rajoy dejan claro que el resultado es casi imposible.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, terminó este lunes de arrojar el último jarro de agua fría sobre una comisión que ha perdido apoyos según iba empeorando la crisis catalana. Saénz de Santamaría señaló que “no hay consenso” suficiente para avanzar en el desarrollo de una modificación de la Carta Magna.

No podemos sustituir lo logrado entonces por una reforma constitucional con menos apoyos, puntualizó la vicepresidenta en su defensa del texto constitucional de 1978. La aplicación del artículo 155 con la intervención de la autonomía catalana supuso la salida del PDeCAT y Unidos Podemos, mientras que Ciudadanos se desmarcó la semana pasada en su carrera por mantener un discurso duro contra los nacionalistas y la reivindicación del estado autonómico actual.

Aunque esta posición inmovilista ante la reforma de la Constitución también ha sido asumida por el Partido Popular. Su vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, recordó que su partido tiene “un modelo territorial muy claro y es la España de las Autonomías. Es el modelo de la mejor España de la historia y no se puede poner panza arriba. Nosotros no hemos propuesto una reforma constitucional”, aunque el PP llegó a amenazar con que el proceso para esta modificación podría conducir a una recentralización de competencias. El PSOE aseguró que no la aceptaría en ningún modo.

Los populares recriminan al PSOE la falta de consenso interno sobre el modelo territorial de España. Casado saco a colación la 'Declaración de Granada', en un consejo de política federal de 2013, en el que no se ponían de acuerdo si España era un país de federal, confederal o federal asimétrico o las diferentes opiniones de cada dirigente en cada territorio.

Sin embargo, el PSOE ve en esa declaración su bandera. Los socialistas vieron como un éxito que Sánchez le arrancara a Rajoy el compromiso de abrir la reforma de la Constitución. El PP no se había mostrado partidario nunca de iniciar ese proceso, que el PSOE lleva defendiendo desde 2013, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba estaba al frente del partido.

Ahora que ven cierto truncamiento en sus planes tratan de restarle importancia. Así, despreció el plantón de Unidos Podemos y las fuerzas nacionalistas en la comisión de estudio del modelo territorial, que es el paso previo a la apertura de la subcomisión en la que echarían a andar los trabajos para reformar la Constitución. Los socialistas han enfatizado que lo importante de esa comisión es cómo acaba y no cómo empiece. Por el momento, solo PP, PSOE, Ciudadanos y el Grupo Mixto participarán y los de Albert Rivera lo hacen sin mucho entusiasmo. De hecho, llegaron a pedir a los socialistas que retiraran la comisión en vista del fracaso con el resto de grupos.

El PSOE se aferra a la promesa de Rajoy

Pero el PSOE no quiere renunciar a la que es su propuesta estrella y que les ha supuesto un balón de oxígeno ante el conflicto catalán. Sánchez insiste en que solo los socialistas –representados en Catalunya por el PSC de Miquel Iceta– tienen un proyecto y una respuesta ante el conflicto territorial. Uno de los argumentos de la campaña de Iceta para aspirar a gobernar siendo incluso la tercera fuerza es precisamente que PP y Ciudadanos no tienen proyecto en Catalunya más allá del rechazo a la independencia.

Sánchez ha querido dar aún más relevancia a la comisión territorial en su visita a la Comunidad Valenciana para reclamar un nuevo sistema de financiación y dar un ultimátum al Gobierno para que presente su modelo antes de que acabe el año, tal y como se comprometió en la Conferencia de Presidentes. El líder socialista ha defendido que el órgano creado en el Congreso puede servir para ver las “debilidades y fortalezas” del sistema.

Respecto a las amenazas del PP con que la comisión territorial no servirá para nada más que para estudiar el modelo y no para cambiarlo, los socialistas intentan también minimizarlas y las atribuyen en buena parte a la “estrategia electoral” de los demás. “Una cosa es lo que diga Bermúdez de Castro –dice una destacada dirigente de Ferraz sobre las declaraciones del número dos del PP en el Congreso– y otra cosa es el compromiso del presidente del Gobierno con Pedro Sánchez”.

No obstante, en la rueda de prensa en la que anunció su apoyo al 155, el secretario general del PSOE aseguró que su acuerdo con Rajoy se limitaba a abrir la reforma constitucional, pero no que hubiera un acuerdo sobre las modificaciones concretas. En una entrevista en eldiario.es, el portavoz del PSOE en el Senado, Ander Gil, admitió que esta legislatura daría tiempo “a iniciar ese debate sobre la reforma constitucional” pero que puede prolongarse hasta la siguiente: “Es un trabajo que no se va a hacer en cuatro días”.

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