Casado rescata a Maillo, que apoyó a Santamaría, como portavoz adjunto del PP en el Congreso

La nueva dirección del Partido Popular que preside Pablo Casado ha decidido rescatar a Fernando Martínez-Maíllo, que hasta hace solo unos días ha sido el coordinador general de los “populares”, y le ha dado un puesto en la dirección del grupo parlamentario. Será portavoz adjunto del PP en el Congreso y estará a las órdenes de Dolors Montserrat. Otro de los portavoces adjuntos con los que contará Montserrat será su predecesor, Rafael Hernando.

Maíllo no es el único hombre próximo a Santamaría al que Casado ha integrado en puestos del grupo parlamentario. El exministro Iñigo Méndez de Vigo sustituirá a Teófila Martínez al frente de la Comisión de Educación del Congreso y Cristóbal Montoro presidirá la de Economía y Empresa.

Javier Arenas será relevado por José Ortiz como secretario general del grupo parlamentario en el Senado y pasará a ser portavoz adjunto.

María Dolores de Cospedal, por su parte, será presidenta de la Comisión de Exteriores, un puesto que hasta ahora ocupaba la gallega Pilar Rojo. El exministro de justicia Rafael Catalá, próximo a Cospedal, ocupará la presidencia de la Comisión de Interior.

Casado se ha reunido esta tarde con la cúpula de diputados y senadores del PP para tratar de reorganizar los grupos parlamentarios. A ella ha acudido la exvicepresidenta del Gobierno. “Soy leal al PP”, ha justificado.

El nuevo vicesecretario de Organización, Javier Maroto, ha asegurado a los periodistas a las puertas de la sede nacional que el PP iba a hacer esta tarde un esfuerzo “sin precedentes” de integración en ambas cámaras, pero no ha dado más detalles.

Unas horas antes, había aislado a Santamaría como la única resistente a esa integración: “Solo queda vacía una silla”. Maroto asumía ante los periodistas que la integración iba a producirse “gota a gota” y “día a día” y daba por zanjada la guerra de bandos. “Ya no hay bandos ni rivales en el PP”.

El propio Maíllo, que engrosaba la lista de la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría, ha llamado a superar el debate de la integración y “pasar página”. En la campaña pidió unidad, repitiendo el discurso de la exvicepresidenta, pero no le mostró abiertamente su apoyo en público porque debía permanecer neutral por su cargo.