PSOE y Cs proponen alcanzar el 0,7 del PIB en AOD en 2030, Podemos lo adelanta a 2027 y el PP no precisa objetivos

El PSOE de Pedro Sánchez propone en su programa electoral para el 28-A elevar la ayuda al desarrollo (AOD) para que alcance el 0,7 por ciento de la Renta Nacional Bruta (RNB) en el año 2030, el mismo año que se fija como objetivo Ciudadanos, aunque el partido de Albert Rivera precisa que se propone hacerlo facilitando “la cooperación público-privada en proyectos internacionales”.

Por su parte, Unidas Podemos es el más ambicioso y se marca el año 2027 --dos legislaturas-- como fecha para alcanzar este objetivo, mientras que el PP no lo menciona en su programa electoral, como tampoco lo hace Vox.

Tanto el PSOE como Unidas Podemos se marcan como paso intermedio alcanzar el 0,5 por ciento: Los de Pablo Iglesias se ponen como fecha el año 2023 mientras el PSOE habla simplemente de “en los próximos años”.

El objetivo de que los países eleven al 0,7 por ciento del PIB la ayuda oficial al desarrollo lo adoptó en 1970 la Asamblea General de la ONU y, aunque la propuesta original era alcanzarlo en 1975, desde entonces es una reivindicación histórica de las ONG de ayuda al desarrollo.

El Congreso de los Diputados, en una Proposición no de Ley aprobada en 2017, instó al Ejecutivo a elevar la ayuda hasta el 0,4 por ciento en 2020, una cifra que aún estaría por debajo del máximo histórico, el 0,46 por ciento de 2009, justo antes de que comenzasen los recortes por la crisis.

En su proyecto de Presupuestos para 2019, que no consiguió sacar adelante, el Gobierno socialista estimaba que se dedicaría a cooperación un 0,23 por ciento de la Renta Nacional Bruta (RNB). En su programa electoral, el PSOE destaca que la ejecución de los fondos de la AECID en 2018 fue de un 94% de su presupuesto, un porcentaje “nunca alcanzado en esta partida”.

Los socialistas apuestan por aumentar la cooperación descentralizada (la de comunidades autónomas y ayuntamientos) y reformar la política de cooperación para modernizarla, incluyendo la potenciación de instrumentos innovadores como los partenariados público-privados.

PP: AUDITAR LA AYUDA PARA QUE NO SE DESTINE A ACTIVISMO

El PP, por su parte, se compromete a auditar la Ayuda al Desarrollo “para impedir que fondos públicos sean destinados al activismo político” y, en concreto, a auditar “todas las subvenciones otorgadas a organizaciones que han colaborado con la dictadura venezolana”.

Además, propone dirigir preferentemente los fondos de cooperación a los países de origen de los inmigrantes que residen en España. Y, junto al modelo ayuda no reembolsable, impulsar un sistema de garantías para promover la inversión de empresas españolas en países en desarrollo y reforzar las herramientas de participación de las ONG y la sociedad civil.

El programa de Unidas Podemos quiere “una cooperación feminista y defensora de los derechos humanos”, donde las mujeres sean “motor y foco del desarrollo”, con iniciativas concretas en materia de género y programas para defensores de derechos humanos, con especial hincapié en medioambientalistas, sindicalistas y defensoras de los derechos de las mujeres y de las personas LGTBI, con un foco especial en América Latina.

En cuanto a Ciudadanos, su intención es que “cada euro invertido en Cooperación para el Desarrollo y la Agenda 2030 tenga mayor impacto” y hacer una “cooperación española más eficiente y efectiva eliminando los instrumentos que no funcionan”.

VOX: PAÍSES HISPANOS, MIGRACIONES Y EMPRESAS ESPAÑOLAS

Por último, Vox habla en sus “100 medidas” de impulsar un “gran Plan Nacional de Cooperación Internacional con las naciones de la comunidad histórica hispana” para “la ordenación de las inversiones, ayuda a las empresas españolas, garantizar la seguridad jurídica en los países de acogida y ordenar el flujo migratorio”.

El partido de Santiago Abascal, que propone abandonar los organismos supranacionales que sean “contrarios a los intereses de España” y reevaluar las contribuciones españolas a estos organismos, se propone crear una agencia para la ayuda a las minorías cristianas amenazadas, imitando la iniciativa de Hungría.