El PSOE apuesta por un acuerdo con el PP para renovar el Constitucional, “por responsabilidad”

“No somos el PP, que cuando no le interesa una coyuntura concreta bloquea la renovación de un órgano tan importante como es el Tribunal Constitucional”, ha afirmado Jiménez en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha apostado por un acuerdo que garantice los tres quintos necesarios en el Pleno del Senado para aprobar los nombramientos.

La Cámara Alta ha empezado la renovación de los cuatro magistrados que constitucionalmente le toca elegir, entre ellos, el presidente del Tribunal, Francisco de los Cobos, y la vicepresidenta, Adela Asúa, y otros dos magistrados fallecidos: Francisco José Hernando y Luis Ignacio Ortega.

Pueden participan en el proceso los parlamentos autonómicos, que tienen la posibilidad de enviar propuestas hasta el próximo 13 de enero, aunque el Senado examinará después a los candidatos y elegirá a quien quiera.

El secretario general del grupo parlamentario de Ciudadanos en el Congreso, Miguel Gutiérrez, ha afirmado este jueves que vislumbra “pagos políticos” del PP al PSOE en esta renovación parcial del TC y un intento de tener “bajo control” al Tribunal. “Huele mal”, ha dicho.

MAYORÍA DE TRES QUINTOS

Mario Jiménez ha asegurado que el PSOE tiene voluntad de diálogo con el PP entre otras cosas porque sin ambos partidos no se alcanzaría en el Pleno del Senado la mayoría de tres quintos necesaria para poder aprobar los nombres de los nuevos magistrados.

“Nuestra voluntad es de diálogo, evidentemente, para que nada más y nada menos que el Constitucional pueda funcionar con normalidad”, ha afirmado el portavoz de la Gestora socialista.

El portavoz ha recordado sin embargo que en el proceso participan los legislativos autonómicos y que las candidaturas que envíen serán la base de la negociación sobre el TC.

“Habrá que ver a qué acuerdo se llega para garantizar que se renueva desde la propuesta que viene de los parlamentos autonómicos. Es muy importante que se asuma ese proceso”, ha subrayado.

UNA RENOVACIÓN CON POLÉMICA

Los cuatro cargos que ahora se renuevan fueron elegidos en 2010 con tres años de retraso por que el enfrentamiento entre PP y PSOE hizo imposible el acuerdo en 2007 dentro del plazo previsto por la ley. Debido a ese retraso, han permanecido en el cargo seis años y no nueve, que establece la Constitución.

Entre otras cosas, el conflicto se produjo por el empeño del PP de designar a Enrique López y la negativa en redondo del PSOE a aceptarlo. En el camino se cruzó también la sentencia sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña.

Aquel proceso tuvo la novedad de que contó con la participación formal de las Comunidades Autónomas, cuyos parlamentos pudieron proponer nombres al Senado. En la práctica, sin embargo, todas las autonomías gobernadas por el PP aportaron los mismos candidatos: cinco de ellas propusieron a Francisco José Hernando (Comunidad Valenciana, Aragón, La Rioja, Castilla-La Mancha y Murcia) y otras cuatro, a Enrique López (Castilla y León, Madrid, Extremadura y Cantabria).

López fue finalmente descartado por la Mesa del Senado de mayoría entonces socialista, al entender que no había acreditado los 15 años de experiencia profesional exigibles; así es como entró en la liza Francisco Pérez de los Cobos, también propuesto por el PP y hoy presidente del Tribunal Constitucional igualmente con polémica, porque era afiliado 'popular' en el momento de su designación.

Con tres años de retraso, por fin en diciembre de 2010 se votó en un Pleno del Senado la renovación de magistrados del TC. De lo enconado del proceso da muestra también cómo se resolvieron las votaciones. Los dos nombres propuestos por el PP, Hernando y Pérez de los Cobos, recibieron menos votos que los otros dos, Adela Asúa y Luis Ignacio Ortega, candidatos del PSOE, aunque la lista había sido pactada entre los dos partidos. De hecho, Hernando fue el que recibió el menor número de apoyos de los cuatro.