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El PSOE quiere huir del asamblearismo en su futuro modelo de funcionamiento

El responsable de organización del PSOE, Mario Jiménez, este sábado en Ferraz.

Irene Castro

El PSOE ha aprobado este sábado la ponencia marco desde la que se articulará el debate hasta el congreso de mediados de junio. El documento coordinado por Eduardo Madina y José Carlos Díez recoge pocas novedades respecto a los foros que los socialistas celebraron en los meses de febrero y marzo. Ahora se someterán a las enmiendas que planteen los militantes. Mario Jiménez no ha querido entrar en polémicas respecto al modelo de partido que saldrá del 39º Congreso Federal y se ha limitado a hacer una declaración de intenciones sobre cómo debe articularse la reformulación del partido. 

La principal advertencia que hace el documento organizativo es que el PSOE no debe “caer en el asamblearismo”. Así, defiende que debe fomentarse la participación de los militantes pero igualmente evitarse el “choque de legitimidades” entre las distintas fórmulas que conviven en el partido: el sistema presidencialista de elección del líder; el representativo -en los órganos de dirección-; y el asambleario -en las agrupaciones y la participación directa de los militantes-.

El PSOE se abre a regular las consultas a los militantes. Ahora bien, deja claro que se deben “definir claramente qué materias pueden ser objeto de consulta y, desde la perspectiva de la unidad de acción del PSOE en todo el territorio, delimitar los órganos competentes para su convocatoria”. 

“El reto es conciliar la participación de la militancia sin caer en un asamblearismo ajeno no sólo a la tradición del PSOE, sino que se aleja también de los usos de la democracia representativa”, defiende el documento. “La democracia es un sistema político que no se distingue sólo porque sus decisiones referidas al poder se adoptan votando”, advierte el texto, que afirma que “la legitimidad de la democracia consiste en que cualquier decisión que se apruebe no produce miedo a nadie, y este principio se apoya en la idea de que el poder, sea en el Estado, o en el seno de un partido político, debe estar siempre sometido a controles”.

La redacción pone mucho énfasis en la necesidad de tener mecanismos de control y en que la idea del voto directo al líder “no disuelva ni debilite el trabajo que compete al conjunto de la organización”. Para el sector oficial del PSOE, Pedro Sánchez se parapetó en haber sido elegido por los militantes para exigir libertad de acción. El exsecretario general siempre sostuvo que cumplió las órdenes del Comité Federal -el exponente máximo de la democracia representativa del partido- a la hora de llevar a cabo sus intentos por llegar a Moncloa. 

Algunos secretarios de organización consultados por eldiario.es sostienen que el PSOE debe dejar más claro en sus normas cómo actuar si dimiten más de la mitad de los miembros de la ejecutiva federal. El intento de tumbar a Sánchez mediante ese mecanismo dio pie a una batalla que se prolongó varios días porque los estatutos no eran claro al respecto. Mientras que Sánchez defendía que la dimisión de esos dirigentes le obligaba a convocar un congreso extraordinario, los barones que propiciaron su caída sostenían que la vía era la composición de una gestora que pilotará el partido ante la pérdida de confianza en el secretario general. Ese asunto no se menciona en el documento redactado por la gestora, pero algunos dirigentes socialistas aseguran que deberá clarificarse.

Los 'sanchistas' y los partidarios de Patxi López defenderán enmiendas para dar a la militancia la última palabra respecto a la destitución del secretario general. Sánchez plantea “articular mecanismos de remoción de los órganos y cargos orgánicos, en situaciones muy excepcionales de pérdida de confianza o negligencia (...) mediante mecanismos de participación de los militantes”.

El exlehendakari considera que si el Comité Federal pierde la confianza en el secretario general, como sucedió en el caso de Sánchez, los militantes tengan que refrendar esa decisión mediante una moción de censura.   

Evitar las “disputas internas” en las redes

Otro de los compromisos es establecer las reglas para la militancia online. “El PSOE será el primer partido que regule en su norma de máximo rango, los Estatutos Federales, las estructuras de participación y defina los derechos y las obligaciones de los afiliados en la red”.

El planteamiento que esboza el documento es que las redes sociales deben usarse para promocionar las políticas del PSOE, pero no para emprender batallas entre compañeros, como sucede desde hace meses: “Debemos canalizar las actividades de nuestra militancia en favor de la defensa de nuestros valores, mejor que en disputas internas que debilitan al partido”.  

Los socialistas también apuestan por limitar a tres los mandatos que una persona puede ocupar un mismo cargo orgánico. La idea es trasladar ese compromiso a los estatutos. Por tanto, el próximo secretario general solo podría estar en el cargo doce años -si los congresos se celebran, como establecen las normas, cada cuatro años-. 

El planteamiento de la gestora es que todos los asuntos en materia orgánica que se aprueben en el proceso congresual que concluye en junio se trasladen a los estatutos en una conferencia de organización celebrada más adelante. “Una reforma de esa trascendencia exige de una reflexión que no puede limitarse al debate sobre Estatutos Federales que se desarrolle en el Congreso. Por ello, se propone la celebración de una Conferencia de Organización que permita la transposición de sus resoluciones a los reglamentos del Partido”, concluye el documento. 

Eutanasia y vientres de alquiler

La ponencia que se discutirá en los próximos meses en las agrupaciones y que se enmendará hasta su resultado final en plenario en el congreso de junio apuesta por abrir el debate sobre la eutanasia hasta “sus últimas consecuencias” a partir de las legislaciones ya vigentes sobre muerte digna. “El PSOE plantea legislar para el fin de la vida”, afirma el texto.

Más concreto es en el caso de la maternidad subrogada. El PSOE abrirá el debate “con absoluta libertad”, aunque, de partida, se muestra contrario a la gestación subrogada, aunque dará pie al debate interno -dentro del partido hay defensores de regularla siempre y cuando se produzca sin contraprestación económica, aunque la tesis que se impone es la contraria-. 

Según el documento, dirigido en esta parte por Amelia Valcárcel, la gestación subrogada conlleva una “mercantilización de los cuerpos y de las vidas de niñas y mujeres, pobres en su mayoría”. “El Partido Socialista no puede abrazar ninguna práctica que suponga socavar los derechos de mujeres ni de niñas y apuntalar la feminización de la pobreza. Defenderá los derechos de las mujeres, sobre todo de las más pobres en un contexto de rearme del neoliberalismo patriarcal, la violencia contra las mujeres, la desigualdad sexual y la feminización de la pobreza”, sentencia. Igualmente, se declara “abolicionista” de la prostitución. 

La ponencia recoge también las reivindicaciones clásicas del PSOE. Entre ellas la denuncia de los acuerdos con la Santa Sede y la defensa de la laicidad.

Impuesto de Sucesiones y renta mínima

En plena polémica por las diferencias en la tributación del impuesto de Sucesiones y Donaciones entre comunidades autónomas, así como en el Impuesto sobre el Patrimonio, el PSOE ve necesario establecer en ambos casos un mínimo de tributación homogéneo en todo el territorio español. Defienden un proceso de armonización que asegure una contribución mínima al sostenimiento de los servicios públicos.

“Hace falta compaginar la necesidad de preservar la autonomía política y la corresponsabilidad fiscal con un gravamen equitativo y justo de la renta y la riqueza”, ya que “la competencia fiscal a la baja sólo produce, como ocurre con el Impuesto sobre Sociedades a nivel europeo, beneficios para los titulares de grandes patrimonios y los receptores de grandes herencias y donaciones”. 

En cuanto al problema del desempleo, proponen un plan de inversión pública y el refuerzo de las políticas activas de empleo. Si “aún hay personas que no pueden reincorporarse al mercado de trabajo, no las dejaremos excluidas”, prometen. Para ello, proponen una renta mínima diseñada con incentivos para volver al mercado de trabajo. 

Su idea es establecer una renta mínima flexible para complementar salarios por debajo del mínimo durante un periodo para facilitar la reinserción al mercado de trabajo.

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