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El sector crítico con Pedro Sánchez marca su terreno en las listas del PSOE

Pedro Sánchez saluda a una militante. Ximo Puig y Susana Díaz, detrás.

Irene Castro

A Pedro Sánchez se le resisten las federaciones socialistas dirigidas por los barones del sector crítico, es decir, las que están próximas a Susana Díaz. El secretario general del PSOE está teniendo dificultades para imponer a dirigentes de su confianza en las listas para las generales. Las principales discordias se han producido en Andalucía, la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha, aunque la confección de la candidatura por Barcelona que encabezará Carme Chacón tampoco está exenta de polémica.

En el PSOE se da por hecho que si Sánchez no logra ser presidente, tendrá complicado salir vencedor en el congreso del mes de febrero para revalidar su liderazgo en el partido. Los movimientos ya han comenzado. Ni él ni sus críticos quieren dejar de mover ficha. Así, el candidato a La Moncloa ha intentado colocar a sus fieles en los puestos de salida pero sus críticos han hecho la misma jugada.

La presidenta andaluza enviará a Madrid a personas de su máxima confianza. El mayor exponente es Antonio Pradas, que forma parte de la ejecutiva federal y será el número uno por Sevilla. “Pradas es el enviado de Susana en Madrid. Hace y dice lo que ella ordena”, confesaba recientemente una dirigente próxima a Sánchez. Una exconsejera del Gobierno de Díaz, María Jesús Serrano, será la número uno por Córdoba y la delegada provincial de la Junta en Almería, Sonia Ferrer, lo será en esa provincia.

Por el contrario, Díaz ha fulminado a María Luisa Faneca, responsable de Agricultura y Pesca de la dirección federal, que se ha quedado fuera la candidatura. La exalcaldesa de Isla Cristina es una de las dirigentes en las que se apoya Sánchez en su pugna con la líder andaluza.

La era postpedrismo se prepara

postpedrismoAndalucía no es la única federación que se escapa del control de Ferraz. Aunque hasta este jueves por la tarde no se conocerán definitivamente los nombres de las listas de la Comunidad Valenciana, la dirección federal da por hecho que no pueden imponer su criterio. De hecho, Ximo Puig se negó a presentar en la lista al Congreso a Gabriela Bravo, la exportavoz del Poder Judicial. La razón del presidente valenciano es que forma parte de su Gobierno.

“Ximo Puig está en hilo directo con Susana Díaz. Están a ver si se gana y si no el postpedrismo estará preparado. Ahora a ver qué nombres lo encarnan”, expresa un dirigente valenciano. Puig ha sido uno de los líderes más ambiguos en su relación con Sánchez. El lunes pasado llegó incluso a cuestionar su liderazgo: “Todo en la vida es, efectivamente, revisable”, dijo durante un desayuno informativo. Esa declaración enfadó al secretario general y a su entorno.

Un imputado vs. una 'sabia' de Ferraz

El criterio del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que también levanta suspicacias en Ferraz, se ha impuesto en Guadalajara al designar cabeza de lista a Pablo Bellido, el líder del PSOE en la provincia, que está imputado por estafa. Los socialistas manchegos sostienen que la imputación parte de una “denuncia política” propiciada por el PP. Sánchez quería que la cabeza de lista por esa provincia fuera Magdalena Valerio, a quien eligió como miembro del Comité de Sabios que trabaja en su programa electoral.

A Ferraz le queda una oportunidad: modificar algunas de las propuestas que han llegado desde las federaciones a través de la Comisión Federal de Listas que se reúne este viernes. Varias fuentes socialistas consultadas por eldiario.es no descartan que haya cambios. “Siempre se puede cambiar algún nombre, para colocar en el número uno a alguien más potente”, ha anticipado un miembro de ese organismo a este periódico.

La pelea en el PSC

El único territorio donde Sánchez no ha tenido problemas a la hora de imponer los nombres de la lista ha sido Madrid. Ferraz ha elaborado la lista con nombres ajenos a la federación pese a que la dirección de Sara Hernández no quería paracaidistas. Los socialistas madrileños han tenido que aceptar como número cuatro a Mari Luz Rodríguez, que milita en el PSOE de García-Page, y a Meritxell Batet, que milita en el PSC, en el dos. La independiente Zaida Cantera también ha entrado en esa lista y Eduardo Madina finalmente irá en séptimo lugar. En las filas socialistas se da por hecho que la continuidad del que fue rival de Sánchez tiene mucho que ver con lo que suceda después de las generales.

El proceso para elegir a los acompañantes de Carme Chacón en el Congreso acaba de empezar, pero las tensiones ya se han dejado ver. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ya dejó claro que “no cabrán todos los nombres que quiere” la exministra. Chacón, por su parte, ha evitado dar su apoyo a Pere Navarro y a Maurici Lucena, que cuentan con el respaldo de Iceta y de Sánchez y ha asegurado que será una lista “federal, de izquierdas y democrática”. Ese último calificativo es un mensaje: respetar el proceso que arranca con la consulta a la militancia en las agrupaciones. Esa es la esperanza que tienen en que los nombres de Germán Rodríguez y José Zaragoza sean de los más propuestos. La pugna está asegurada y Ferraz no podrá hacer nada por cambiar los nombres que finalmente proponga su partido hermano.

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