El juicio a los etarras Plaza, Garitagoitia y Borrero comienza hoy en París

El Tribunal de lo Criminal de París juzga a partir de hoy a los etarras Itziar Plaza, Iurgi Garitagoitia y Asier Borrero, acusados entre otras cosas de formar parte de la logística militar de la banda, y en particular de la gestión de zulos, cuando fueron detenidos en julio de 2009.

Plaza Fernández (bilbaína de 32 años) aparece para la acusación como la responsable del grupo del que formaban parte los tres encausados, encargada de los escondites donde ETA guardaba su material y dinero, y con misiones de formación sobre explosivos.

Garitagoitia Salegui (32) y Borrero Toribio (31), ambos de Barakaldo, tendrán que responder de una veintena de cargos cada uno, y en particular el de tentativa de matar a tiros a dos agentes que los persiguieron en una rocambolesca fuga el 8 de junio de 2009 en una zona rural del sur de Francia.

Uno de esos dos gendarmes, Robin Champetier, resultó herido de bala en una mano por los disparos que se atribuyen a Garitagoitia desde el coche que conducía Borrero, y que la pareja había sustraído momentos antes, tras haber abandonado otro vehículo que también robaron esa mañana tras haber sufrido un accidente de tráfico.

Champetier y la jefa de la brigada Carole Bassompierre a la que acompañaba en esa misión se han constituido en acusación particular y su testimonio será uno de los puntos fuertes de este juicio programado hasta el 5 de junio.

Los gendarmes no pudieron capturarlos en esa ocasión, pero menos de un mes más tarde, el 4 de julio, una discreta operación de seguimiento permitió detener a los tres encausados en una carretera entre Pau y Tarbes (suroeste).

Se les requisó entonces una abundante documentación interna, además de las pistolas habituales en manos de los miembros de la organización terrorista (procedentes de un robo en octubre de 2006 en un almacén-armería del este de Francia).

Eso ayudó a localizar en los meses siguientes algunos zulos repartidos por el sur y el centro de Francia, e incluso a arrestar a los etarras Eider Uruburu e Iñaki Iribarren el 9 de enero de 2010, que habían acudido a uno de ellos en Chadrat (Puy de Dôme).

Los elementos incautados a los miembros de este trío, pero también el cotejo de sus huellas y ADN tras su arresto, permitieron vincularlos con muchos otros miembros del aparato militar de ETA.

Se puso en evidencia que habían mantenido contactos estrechos y frecuentes con los que fueron los sucesivos jefes de esa estructura, Garikoitz Aspiazu Rubina, “Txeroki”, Mikel Carrera Sarobe, “Ata” y Aitzol Iriondo, “Gurbitz”.

De hecho, Plaza ya fue condenada una primera vez en Francia en marzo de 2013 a 12 años de cárcel en un juicio en el que “Txeroki”, “Ata” y “Gurbitz” fueron sentenciados en tanto que dirigentes de la banda.

El pasado 15 de mayo el Tribunal Correccional de París impuso a esta mujer -a la que las autoridades españolas reprochan su implicación en varios atentados al menos hasta finales de 2005- una segunda condena, en ese caso de 18 meses de prisión por uso de un coche y material sustraídos por la organización.