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Podemos e IU abordan este miércoles sus diferencias en una reunión de la dirección de Unidos Podemos

Pablo Iglesias y Alberto Garzón, en el Congreso.

Aitor Riveiro

Las desavenencias entre Podemos e IU en el seno del grupo parlamentario que ambos partidos comparten en el Congreso ha vuelto con fuerza en el inicio del curso político. Los líderes de ambas organizaciones rebajaron la tensión, con declaraciones públicas, justo antes de las vacaciones de invierno. Pero la vuelta a la actividad ha servido para constatar que las diferencias entre ambos partido persisten. La primera reunión de la dirección del grupo parlamentario intentará abordar algunas este mismo miércoles, según han confirmado fuentes de las dos organizaciones a eldiario.es.

La última muestra de los problemas que sacuden al grupo confederal se producirá también este miércoles. Unidos Podemos presentará en el Círculo de Bellas Artes la propuesta de reforma electoral que llevará a las negociaciones parlamentarias que arrancan el jueves con Ciudadanos. En el acto no figura ningún representante de IU, excepción hecha de Yolanda Díaz que acude como parte de En Marea.

En esta ocasión el proceso que ha llevado a la discrepancia se ha producido al revés que con la iniciativa sobre autopistas presentada este lunes por IU y que cogió por sorpresa a sus compañeros de escaño. Si entonces los de Garzón avisaron por correo el viernes por la tarde, ahora la comunicación interna del acto sobre la reforma electoral se produjo una vez que estaba decidido tanto el formato como las intervenciones. Y un par de horas antes de ser anunciado a los medios.

Los problemas formales son solo una muestra del desgaste de fondo que sufre Unidos Podemos. Los fallos de coordinación han sido habituales en el año y medio largo que funciona la coalición electoral que, en principio, estaba llamada a ser mucho más que una mera alianza para encarar las urnas. La diferencia es que ahora esos errores de comunicación, intencionados o no, salen a la luz.

En la habitual rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces Irene Montero intentaba rebajar el conflicto. “Somos un grupo confederal. Los portavoces no van [a los actos] en representación de los actores políticos que forman parte de la confluencia”, aseguraba. “Procuramos la visibilidad de todos y todas”, explicaba. Y zanjaba: “El grupo tiene sus propios mecanismos para tomar decisiones y trabajos”.

Ese “mecanismo” es la reunión de la dirección del grupo parlamentario. Pero para IU este no debe ser el espacio. Alberto Garzón quiere una relación de mayor igualdad entre ambos y apuesta porque las negociaciones se produzcan en el ámbito de los partidos. Es decir, en las habituales reuniones de su secretario de Organización, Ismael González, con su homólogo de Podemos, Pablo Echenique.

En esas reuniones, según fuentes de la dirección de IU, se ha apremiado a Podemos a que se ponga en marcha por fin un reglamento de funcionamiento del grupo confederal. “Nosotros entregamos una propuesta hace seis meses que sigue en el cajón”, explican desde la coalición de izquierdas.

Podemos, por su lado, defiende una aproximación “más laica”. Que la relación sea más líquida y menos formal. Las tradiciones de ambas organizaciones chocan en este punto.

Problemas de fondo

Las cuitas por la coordinación, no obstante, esconden dificultades en otros ámbitos. IU, por ejemplo, no se quiere hacer corresponsable de la propuesta de reforma electoral que va a negociar Unidos Podemos con Ciudadanos y otros grupos.

“Nosotros tenemos la nuestra desde hace 30 años”, aseguran desde la coalición. El coordinador federal recordó este lunes en una rueda de prensa que había acordado “hace menos de un año” con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para negociar una propuesta conjunta.

Alberto Garzón hace gala así de la autonomía de su organización pese a que desde Podemos, insisten, esta no se pone en duda. “Procuramos la visibilidad de todos y todas”, recordaba Montero en su rueda de prensa.

La reforma electoral es un ejemplo. En el tintero ha quedado también la resolución del ultimátum que planteó Garzón para negociar un acuerdo marco entre Podemos e IU de cara a las municipales, autonómicas y europeas de 2019.

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