Podemos acusa al PP de primar al PSOE en las sesiones de control: El chollo de la oposición que no se opone

Unidos Podemos ha acusado este martes al PP de primar al PSOE en las sesiones de control al Gobierno, que arrancarán la próxima semana, ya que los socialistas serán los únicos que podrán interrogar al presidente del Gobierno en todos esos plenos, mientras que el resto de grupos tendrá que repartirse. Ese esquema, según el partido morado, era válido antes pero no ahora que hay un tercer grupo muy numeroso.

“El PP ha encontrado un chollo, privilegiar a una oposición que no se le opone nunca y que, como mucho, se abstiene”, ha denunciado en rueda de prensa el portavoz de Unidos Podemos en la Cámara Baja, Íñigo Errejón.

La Junta de Portavoces del Congreso ha modificado este martes el borrador sobre el reparto en el cupo de preguntas de las sesiones de control al Gobierno que aprobó la Mesa de la Cámara al inicio de la legislatura.

EL PP SE RESERVA 9 PREGUNTAS QUE YA VERÁ SI AGOTA

De uno a otro documento, el PP y Unidos Podemos han perdido una pregunta cada uno --los populares podrán formular 9 y Unidos Podemos cuatro--, mientras que el resto de grupo mantienen las que contaba desde el principio: el PSOE seis, Ciudadanos dos y ERC, PNV y el Grupo Mixto una cada uno, según han precisado a Europa Press fuentes parlamentarias.

El Gobierno ha comunicado que, como se ha venido haciendo hasta ahora, el presidente Mariano Rajoy sólo contestará tres preguntas en cada sesión plenaria. Y en la Junta de Portavoces se ha acordado mantener el esquema para que el primer partido de la oposición siempre tenga una pregunta al presidente y los demás habrán de repartirse cada semana las otras dos.

“Eso tenía sentido cuando era un país bipartidista, pero esto ya no es un Parlamento de a dos. No entendemos el criterio del gobierno que prima a unos sobre otros”, ha protestado Errejón, quien ha definido el reparto como “un pacto de oposición amable” por el que el Gobierno “premia al segundo partido porque siempre le saca las castañas del fuego y a cambio de que no sea demasiado duro”.

A su juicio, este reparto, unido a otros episodios como la negativa del PSOE a boicotear la elección de Jorge Fernández Díaz como presidente de comisión, pone de manifiesto “un hecho lamentable” que es que el Gobierno fomente esa “oposición formal” del PSOE restando visibilidad a las demás formaciones. “Han conseguido la cuadratura del círculo”, sostiene.

FIN A CASI 400 DÍAS SIN CONTROL

La última sesión de control al Gobierno en el Congreso tuvo lugar en octubre de 2015, hace casi 400 días, concretamente una semana antes de que se disolvieran las Cortes por la convocatoria de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre.

En la legislatura que salió de aquellas elecciones no hubo sesiones de control el Gobierno se negó alegando que, al estar en funciones, no tenía por qué rendir cuentas ante una Cámara que no le había elegido. El caso acabó con la interposición por parte del Congreso de un conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional, un contencioso que aún está pendiente de sentencia.

Y tras las elecciones de junio, el Ejecutivo mantuvo el mismo criterio y se ha venido negado a someterse al examen de la oposición desde que el 19 de julio se constituyeran las Cortes. Sin embargo, a diferencia de en la anterior legislatura, en ésta ni siquiera se ha llegado a programar una sesión de control antes de la investidura.

Durante este tiempo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy tampoco ha respondido a ninguna de las preguntas que le han venido formulando por escrito los diputados de la oposición desde el pasado mes de enero ni ha atendido ninguna de las peticiones de documentación que se le han cursado.