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Podemos asume que la llegada de Ciudadanos deja el reparto de poder en cosa de cuatro

Pablo Iglesias, en un mitin en Madrid.

Aitor Riveiro

El largo sprint electoral en el que se ha convertido 2015 tiene un nuevo aspirante a lograr medalla. Ciudadanos ha irrumpido con fuerza en la campaña de las autonómicas y municipales y ha motivado a Podemos a retocar su estrategia y a aceptar que el 24M, y lo que ocurra después, no es cosa de dos ni de tres, sino de cuatro.

Podemos mantiene el diseño que idearon Íñigo Errejón y Carolina Bescansa. Iglesias celebrará ocho de los doce actos que tiene previstos en las cuatro regiones donde ya antes de la campaña tenían mejores expectativas: Madrid, Valencia, Aragón y Asturias. Cinco de ellos serán en Madrid, incluido el cierre el próximo día 22. También conserva intacto un mensaje transversal que hace hincapié en la dicotomía arriba-abajo, en la mayoría social frente a los grupos reducidos que se han beneficiado de la gestión del PP, en la contraposición de los intereses de unos pocos y en las necesidades de una sociedad harta de la corrupción. “Tienen miedo a la gente; no me tienen miedo a mí”, insiste Iglesias en sus mítines, una frase que el líder de Podemos utiliza desde la campaña de las europeas de 2014.

Podemos también mantiene la estrategia de señalar al PP como su principal rival. Sin embargo, no le ha quedado más remedio que asumir los resultados de la macroencuesta del CIS de la semana pasada y que apuntaba que Ciudadanos está en disposición de disputarles la condición de partido imprescindible de cara a los pactos poselectorales allí donde las fuerzas tradicionales no logren la mayoría absoluta. Es decir, en todas partes a excepción de Castilla y León. Y en muchas ciudades, aunque el partido de Iglesias no concurra como tal a las municipales.

Los sondeos previos a la campaña ya habían vaticinado la irrupción del partido de Albert Rivera; y el resultado de las elecciones andaluzas, donde logró nueve diputados, lo había confirmado. Pero el CIS le ha dado una nueva dimensión a una formación que se perfila como indispensable si el PP quiere mantener el poder, precisamente, en Madrid, Valencia y Aragón.

A cambio, el sondeo situó a Podemos con opciones reales de encabezar un futuro gobierno en Navarra, aunque para ello debería apoyarse en Bildu. En una entrevista en RNE este miércoles, Iglesias ha asegurado que su partido está dispuesto a sentarse a negociar “con todos”, incluido el PP, siempre sobre la base de unas propuestas concretas, como ocurre en Andalucía. Y siempre que se condene el terrorismo, en referencia a la formación vasca.

En la misma entrevista, Iglesias ha lanzado un aviso a propios y extraños: “Que nadie venda la piel del oso antes de cazarlo”. El secretario general de Podemos, aficionado al baloncesto, ha reconocido que sus rivales les han recortado distancias pero ha advertido de que falta por jugar el “cuarto cuarto” del partido que se inició en mayo de 2014.

Por eso Podemos ha modificado su relación con el partido de Rivera y ha pasado de desdeñar a Ciudadanos por ser una copia del PP a tenerlos en cuenta. Si en un principio Iglesias rechazó taxativamente un debate con Rivera sin haber mantenido antes un cara a cara con Mariano Rajoy, ahora lo acepta, aunque con condiciones: siempre que en él participe también el presidente del Gobierno.

Iglesias también ha introducido en sus mítines críticas a algunos de los mensajes de Ciudadanos. Este mismo miércoles, en un acto conjunto con Ahora Madrid, el secretario general de Podemos calificaba de “insensato” a Rivera y tildaba de “estupidez” su idea de que solo las personas nacidas en democracia pueden participar en la “regeneración democrática”. Con todo, el núcleo duro de los mensajes de Podemos se dirige contra el PP.

La dimisión de Monedero

Ciudadanos no es la única piedra que se ha interpuesto en el plan diseñado por Podemos. La abrupta salida de uno de los fundadores, Juan Carlos Monedero, ha añadido tensión a una organización que vive en una carrera permanente desde que, hace ahora un año, pateara el tablero en las elecciones europeas.

La dimisión de Monedero ocultó la presentación de la propuesta estrella que Podemos presenta en la Comunidad de Madrid: el banco del agua. Iglesias, que acompañaba ese día al candidato José Manuel López, sorprendió a los presentes con el anuncio. La renuncia planeó también durante el acto en el que se anunció el programa marco del partido para las autonómicas que él mismo coordinó, aunque no lo redactó, como dejó bien claro el secretario de Organización, Sergio Pascual, en una rueda de prensa.

El inicio de la campaña, sin embargo, ha cerrado de golpe el debate abierto en el seno de Podemos. Al menos de momento. Iglesias ha intentado dar una sensación de normalidad con una larga entrevista al propio Monedero en 'La Tuerka'. Y Monedero acudió el miércoles al mitin de Iglesias en Madrid, aunque no en primera fila, sino como uno más de entre el millar largo de personas que acudió al acto. Del resultado que deparen las urnas el 24M dependerá que se reabra o no la pugna.

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