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La dirección de Podemos se muestra confiada ante la incertidumbre del comienzo de 2016

Pablo Iglesias.

Aitor Riveiro

Dos semanas después de las elecciones que certificaron su irrupción en la política estatal como una fuerza de primer orden y después de unos días de descanso, la dirección estatal de Podemos se reunirá este domingo en Madrid para analizar el panorama político tras el 20D y concretar los pasos a tomar en los próximos meses. El Consejo Ciudadano del partido de Pablo Iglesias, el principal órgano entre asambleas, oirá el informe del secretario general y luego, a puerta cerrada, discutirá y aprobará los pasos a seguir.

El órgano reúne a alrededor de 80 personas. La mayoría afines a la dirección. En él tienen asiento también los secretarios regionales del partido, entre los que se encuentran algunas de las voces más críticas con Iglesias, como la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, quien no acudirá a la reunión del domingo. Salvo sorpresa, sin embargo, no se espera que la senda marcada por el líder desde la misma noche de las elecciones generales sufra graves alteraciones. Así lo esperan varios miembros del órgano consultados por eldiario.es.

El resultado del 20D, con 42 diputados de Podemos y 27 más de las confluencias catalana, gallega y valenciana, hace difícil una impugnación de la estrategia seguida. El partido de Iglesias, además, cree que está en una posición ventajosa si finalmente tienen que repetirse las elecciones. Como dijo el secretario general, es un escenario que estarían “encantados de asumir”. La otra opción, un gobierno en minoría del PP con el apoyo de Ciudadanos y una abstención del PSOE les situaría como principal partido de la oposición y a la espera de los acontecimientos.

El propio Consejo Ciudadano ya aprobó a finales de octubre las líneas generales programáticas en las que se basó la campaña electoral. Cinco ejes en forma de cinco blindajes constitucionales que, tras el 20D, se han constituido en las bases de una negociación con los demás partidos que, a menos de momento, no parece haber arrancado.

La principal pega a la que se enfrenta Podemos es su posición a favor de un referéndum en Cataluña. Pablo Iglesias y la mayoría de los dirigentes del partido se han mostrado favorables a la consulta en múltiples ocasiones. También tras las elecciones. La misma noche del 20D lo hizo el secretario general de forma explícita. Y lo reiteró un día después, tras la reunión del Consejo de Coordinación, el órgano ejecutivo del partido. Ante los medios, Iglesias fue claro: “Somos la única fuerza política que por entender la plurinacionalidad somos garantes de un proyecto común de unidad que se tiene que fundamentar en la voluntad de la gente y los pueblos de España. En este sentido, defendemos que en Cataluña se lleve a cabo un referéndum”.

La polémica suscitada por esta apuesta por un referéndum en Cataluña como línea roja de la negociación ha obligado a Podemos a redoblar su mensaje social. El uso que está haciendo el PSOE en su propia pugna interna para derribar a Pedro Sánchez ha motivado que Pablo Iglesias anuncie que el 13 de enero, día que se constituyen las Cortes, sus diputados registrarán una propuesta de la que han bautizado como Ley 25 de emergencia social. Es un gesto simbólico, ya que dicha propuesta no será tramitada hasta que no se designen los órganos de gobierno del Congreso.

En esa negociación, Podemos sí tiene decisiones que tomar. El partido de Iglesias tiene el mandato de propiciar que las candidaturas de confluencia tengan grupo propio en el Congreso. Es un compromiso adquirido durante las complicadas negociaciones con Barcelona en Comú, ICV y EUiA en Cataluña, Anova y EU en Galicia y Compromís en el País Valencià. 

Los números, en principio, salen. Sin embargo, es la Mesa del Congreso la que tiene que interpretar el Reglamento y es soberana para tomar este tipo de decisiones. La composición de este órgano se decidirá el mismo día 13 y, de cómo sea el resultado final, dependerán muchas cosas. Con todo, los documentos firmados para constituir las coaliciones señalan que en caso de no poder constituirse como grupos independientes los diputados electos en estas regiones funcionarán como tales.

Para abordar esta situación representantes de las tres candidaturas de confluencia viajarán a Madrid la próxima semana para reunirse con la dirección de Podemos. Una cita que ya fue anticipada por Iglesias tras las elecciones.

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