Policías y guardias civiles en el exterior: 700 agentes en más de 100 países

Isidro Gabino San Martín y Jorge García Tudela velaban por la seguridad de la embajada española en Kabul cuando un ataque talibán acabó con sus vidas. Eran dos policías nacionales que quisieron servir a su país fuera de él, como hacen actualmente 370 compañeros de cuerpo y 325 guardias civiles.

Son casi 700 hombres y mujeres repartidos por más de un centenar de países, algunos de ellos de alto riesgo, y desplegados bien para garantizar la seguridad de las legaciones diplomáticas españolas, bien como agregados o consejeros de Interior en esas embajadas o bien en misiones internacionales, en general de la ONU y de la UE.

Según indican a Efe fuentes de las áreas de Cooperación Internacional de las dos fuerzas de seguridad, son servicios a los que los agentes se ofrecen de forma voluntaria, aunque tienen que reunir una serie de requisitos, como idiomas y una trayectoria profesional que supere el simple aprendizaje de las academias.

No faltan voluntarios para estas misiones, algunas de ellas peligrosas. Como se ha demostrado, según dicen a Efe responsables del Área de Coordinación Internacional del Cuerpo Nacional de Policía, a la hora de relevar al dispositivo de seguridad de la embajada en la capital afgana tras el atentado, para lo que no han faltado agentes dispuestos a sustituir a sus compañeros.

Y no les importa lo más o menos arriesgado de su puesto. “Son policías y saben donde se meten”, insisten las fuentes.

A día de hoy, y respecto a la Policía Nacional, casi 370 agentes, de los cuales 30 son mujeres, están destinados fuera de España.

De ellos, 87 son agregados o consejeros de Interior de embajadas españolas en 51 países, si bien algunos tienen una “acreditación de extensión” a otros territorios, por lo que el número de Estados en los que de alguna manera están presentes son 115.

Veintiséis oficiales de enlace en una docena de países y en cuerpos policiales u organismos internacionales como Interpol o Europol, y 241 agentes en los equipos de seguridad de las embajadas y consulados españoles en 43 países repartidos por todo el mundo forman parte de ese contingente de la Policía Nacional en el exterior.

También se suman a ellos los 14 agentes del cuerpo que participan en diez misiones exteriores: cinco de la ONU en Haití, Dakar, Liberia, Guinea Bissau y República Centroafricana; cuatro de la Unión Europea en Palestina, Afganistán, Níger y Mali; y una de la OSCE en Ucrania.

En el caso de la Guardia Civil, de sus 325 agentes que actualmente están desplegados en el exterior, 26 forman parte de las diferentes misiones internacionales de paz, como la del Líbano, Haití o Senegal.

Otras también de alta peligrosidad, como la de la República Centroafricana, acabó recientemente en un país en conflicto entre sus diferentes etnias y en el que el instituto armado ha desarrollado labores de seguridad, sobre todo en el distrito más peligroso de su capital, Bangui.

Un total de 103 guardias civiles forman parte de diferentes organismos internacionales, 91 integran servicios de seguridad de embajadas, 45 son agregados de interior en legaciones diplomáticas, 56 están en asesorías técnicas en el exterior y 4 en centros de cooperación policial.

Habilidades sociales, experiencia -nadie recién salido de la academia sería aceptado-, capacidad de trabajo en equipo y la acreditación de cursos especializados son tenidos en cuenta a la hora de seleccionar a los candidatos, subrayan las fuentes.

Los agregados o consejeros de Interior en las legaciones diplomáticas permanecen cuatro años, pero en el caso de los agentes que integran los equipos de seguridad de estas representaciones de España el periodo de estancia es de dos años, si bien, según las fuentes policiales, para lugares de alto riesgo existe la excepción de cuatro meses rotativos, en el caso de la Policía.

Ocho guardias civiles han muerto en el exterior, entre ellos, en 2003, el comandante Javier García Jimeno, quien falleció junto con otros 61 militares españoles, en el accidente del yak-42 en Turquía.

El capitán José María Galera Córdoba y el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo murieron en 2010 en la provincia de Badghis (Afganistán) cuando daban clase a miembros de la policía de ese país por los disparos de uno de los agentes afganos. Los talibán se atribuyeron el ataque.

Murieron en acto de servicio en el exterior, como los policías San Martín y García Tudela el viernes 11. Como falleció la subinspectora Rosa Crespo, sepultada bajo los escombros de un edificio que se derrumbó por completo en el terremoto que asoló Haití en 2010.